Mi nuevo libro

Mi nuevo libro
Puedes pedirlo al WhatsApp +51 987774365

sábado, 2 de abril de 2016

Encuentro con una ex

Para muchos encontrarse con una ex novia podría resultar algo incómodo. Sería como una situación que les gustaría evitar. 
Me sucedió, caminaba por una avenida, fumando un cigarrillo y solitario, pensando en todo lo que acontece mi vida actual, algunos asuntos personales y otros laborales.
No suelo mirar a nadie, no es que no me importe la gente, es solo que prefiero andar viendo adelante y si estoy pensando, como la mayor parte del tiempo lo hago, es como si caminara en el desierto.
De repente, una persona se cruzó, reaccionó, giró el cuerpo y con curiosidad, dijo: ¿Bryan? ¿Bryan?
Todo ello lo imaginé porque de lo único que me percaté es que dijeron mi nombre.
Naturalmente perdí la concentración y volteé para divisar a la persona.
— ¡Bryan! A los tiempos, ¿Cómo has estado? — Dijo ella de un modo muy ameno. Incluso, se atrevió a darme un abrazo.
—Hola Mariana, a los años— Respondí correspondiendo el abrazo.
— ¿Qué es de tu vida? He visto que has publicado un libro— dijo con bastante efusividad.
La vi y parece que el tiempo la hizo cambiar. Ya no llevaba el cabello tan largo como antes, ni vestía de negro con casacas de cuero y hasta botines. Se veía toda una señorita, tan distinta a como la conocí.
—Si pues, he publicado un par de libros. Ahora último va a salir mi nueva obra, es una novela— empecé a contarle.
— ¡Que genial, Bryan! Lograste lo que tanto querías, me alegra mucho. Recuerdo que siempre me contabas que andabas escribiendo. Yo decía, este loco se pega con sus cuentos.
Comencé a reír en ese momento, recordé las veces que me dijo para ir a algunos lugares y yo andaba muy ocupado trabajando en el libro.
Muchos creen que “Una noche, una musa y un teclado” fue hecho en un mes; pero realmente fue un trabajo arduo. Primero tener que escoger los cuentos y reflexiones, luego corregirlos, darle énfasis en los aspectos que quiero y demás. Aunque faltó mejorar algunos conceptos el vender más de mil me hace sentir orgulloso.
—Te cuento que ya no me quedan libros— le dije con la frente en alto.
— ¿No te queda uno para mí? Cuando me enteré que publicaste quise comprarlo; pero no sabía donde hallarlo. Y admito que me da roche agregarte al Facebook— dijo con cierta vergüenza.
Solté una risotada y le dije: No seas tonta, agrégame al Facebook y si gustas a la otra te llevo un libro, estoy vendiéndolo a 2 x 1 porque ya sale mi nueva obra.
—Mostro, voy a decirle a mi prima. ¿Cuál es tu Facebook? ¿Sigues con Bryantres Barreto o lo cambiaste? —.
—No, ya no soy Bryantres, por asuntos de seriedad ahora soy simplemente Bryan Barreto— le dije con una sonrisa.
—Es lo mejor, mi Facebook lo tengo con mi segundo nombre. Sabes que no me gusta mucho Mariana— añadió y enseguida me dijo: Entonces, te agrego y coordinamos la entrega del libro.
—Por supuesto, Mariana, repito: Mariana, y si tienes más gente mucho mejor— Dije con la misma sonrisa.
—Ya, puedes llamarme Mariana si gustas, sonrió y siguió: Claro, voy a ver si consigo más compradores y dime, ¿Cuándo sale tu nuevo libro y de que trata? — Era una pregunta interesante.
—Pues, sale en un mes a lo mucho. Es una novela, no te puedo detallar el tema; pero te va a gustar— le dije seriamente.
— ¡Ah! Tienes que ir a la presentación. Cuando me agregues al Facebook te indico los detalles—.
— ¡Fantástico! Voy a decirle a mis amigas: Mi ex va a presentar su nuevo libro, vamos chicas.
Empecé a reír a carcajadas en ese instante.
—Seguramente dirán: ¿Por qué lo dejaste ir? Todo un escritor— dijo de nuevo con los mismos gestos teatrales.
Resultó graciosa la forma como lo dijo, estableciendo con sus manos todo el panorama.
—Oye, Mariana y hablando de eso, ¿Cuánto tiempo estuvimos? — lo dije a pesar de parecer poco ético, más que todo por no recordarlo.
— ¿Qué, no lo recuerdas? Fueron como siete meses u ocho, creo—.
—Estuvimos buen tiempo, eh— añadí.
—Así es mi querido escritor—.
Cuando recordó el tiempo volvi a mirarla detalladamente y en verdad se veía distinta. Quise hacérselo saber cómo halago.
—Déjame decirte que te ves madura, o sea, mucho mejor que antes—.
—Gracias. Las cosas cambian, terminé mi carrera y empecé a trabajar, dejé las tocadas y los ratos de juerga, ahora me va bien y estoy contenta— dijo con misma seriedad.
Hubiera sido muy irresponsable de mi parte preguntarle sobre su carrera -no recordaba que había estudiado- pero me daba gusto que le fuera muy bien.
—Bryan, cierto, me encanta tu corbata— dijo de repente interrumpiendo una pregunta que iba a realizarle.
—Ah, gracias, es un poco singular— le dije sonriendo.
—Siempre me gustaron esa clase de corbatas que usas, se te ve muy bien, pareces todo un escritor de la época antigua—. Ese comentario fue verdaderamente gracioso y a la vez sensato. Me gustó bastante.
—Me gusta verme bien, este es un estilo que adopto algunas veces. Sabes que me gusta vestir bien—.
—No tengo dudas de eso, siempre minucioso con tu modo de vestir— dijo con gestos en las manos y los labios.
Volví a reír.
—En fin, Mariana, es momento de partir, más bien, agrégame al Facebook y no te avergüences—.
—Te voy a agregar en este momento para que veas que ya no me da roche— dijo con autoridad y sacó su celular.
—Dale, búscame con… —Ya se, ya se, señor Barreto— interrumpió.
—Veo que ya no estás con esa chica, la del cabello ondulado y media gruñona.
Jamás habían descrito a mi ex novia con una palabra tan acertada.
—Tengo un nuevo amor— Le dije.
—La última vez que vi tu Facebook andabas con la otra chica—.
—Cuando habrá sido eso— dije en señal de broma.
—Fácil hace dos años—.
—Ya pues, en ese tiempo si estábamos—.
—Ya veo. Oye, se ven lindos en las fotos. Hacen una linda pareja—.
—Gracias. Ya te hablaré de ella en algún momento. Por el momento solo puedo decir que estoy contento—.
—Y eso es lo importante— respondió rápidamente.
—Más bien, debiste usar tu corbatita en las fotos, algo más formal pues, Bryan—.
Comencé a reír de nuevo, la forma como lo dice resultaba graciosa.
—Bueno, ya te he enviado la solicitud. Depende de ti aceptarme—.
—De hecho que si, en mi casa te acepto— le dije entre risas.
Ambos comenzamos a reír con ese comentario.
—Mariana, ha sido un gusto volver a verte. Me has hecho acordar algunas vivencias pasadas, como cuando fui a tu casa y tus viejos me veían de pies a cabeza y alucinaban que era un surfista drogo—.
Me sorprendió que Mariana comenzara a reír de un modo muy efusivo.
—Es que éramos tan distintos. Tú todo blanquito, con el cabello largo y tus bermudas playeras y yo con mi ropa negra y mis sonseras. Ellos pensaron que te había conocido en la playa—.
No quise decir donde nos conocimos porque no lo recordaba.
—Pero te conocí en la academia. Luego empezamos a salir y te veías lindo con tus corbatitas, a veces formal, a veces informal, eso me gustaba, dos lados opuestos. Eras un loco y a la vez un escritor conservador.
—Me gusta esa descripción, es muy cierta; aunque actualmente ya no estoy tan loco—.
—Es normal, Bryan, las personas maduran y cambian, yo también estoy igual—.
—Si pues, tienes razón, Mariana— le dije sonriendo.
—En fin, tantas cosas— Dijo y acotó: Quedamos para el libro a 2 x 1 y la presentación. Le voy a decir a mis amigas para ir.
—Excelente, ya acordamos en el Facebook.
—Ya pues, mostro. Y le mandas saludos a tu novia, dile que la anterior, aunque no la conocí, no me agradaba. Ella sí, se ve dulce.
Es el pensar de todos, dije para mis adentros.
—Yo le digo, yo le digo— le dije con humor.
Nos dimos un abrazo y nos despedimos.
Creo que algunas ex novias se vuelven molestosas y otras como en esta ocasión resultan ser buenas personas.

Fin

No hay comentarios:

Publicar un comentario