Mi nuevo libro

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martes, 29 de noviembre de 2016

Relaciones de pareja

- Pienso que en una relación de pareja las dos partes deben andar en constante mejoría. Ir evolucionando con el paso del tiempo, no solo se trata de planear y soñar, sino de dar todo por la relación, esforzarse mutuamente por querer rozar los sueños y apoyarse en todo sentido. No es cuestión de entenderse, sino de aceptarse, en vez de andar criticando, respaldar y valorar los cambios para bien. Escuchar y entrar en la vida del otro sin interrupciones a los espacios individuales. Ser uno siendo dos. Sin egoísmos ni mezquindad, demostrando diariamente lo que sientes -sin tener que haber sucesos extraordinarios porque basta con un te quiero o un abrazo- y entonces, las discusiones y diferencias se evitarán con conversaciones, los defectos se irán moldeando y cuando ocurra le dirás, te felicito(a) por el cambio y cuando hallan grandes momentos serán recordados. Cada quien tiene su manera de decir te amo, lo importante es hacerlo notar. Enfóquense en las virtudes y cualidades, en lo que hace bien, en lo que es bueno. Nada nunca será completo si te aferras a lo que no tiene, quédate con cómo es y cómo evoluciona y enamórate de eso porque lo hace por ti.
Si lo(a) conociste de una manera y te enamoró ello, y ahora es mucho mejor que ese entonces -e igual imperfecto(a)- que hermoso es apreciar ese cambio para bien.
Si siempre estuvo ahí, vale la pena. El amor es un asunto constante, no dejes que se caiga en el olvido, aliméntalo siempre y dejen de ser uno para ser dos con mundos distintos; pero muy unidos y sobre todo, compenetrados. Entonces, los sueños de pareja e individuales se irán haciendo realidad.
Es así, no perfecto; pero sí ideal. Y sobre todo, REAL.



lunes, 28 de noviembre de 2016

Un día cualquiera como ayer

- ¿Cómo es que un lugar logra contener tantas emociones? Pregunté de una manera retórica al tiempo que arrojaba el humo del cigarrillo; pero Ann, quiso añadir: Por todo lo vivido en ese lugar. Asentí con la cabeza y le sonreí.
Estábamos en la avenida La Marina, habíamos acordado en encontrarnos en la UCP. Ella salió de la universidad y me recibió con un abrazo. Le dije que no sabía que habían instaurado una sucursal de dicha universidad por este lugar y ella con un gesto de confusión añadió: Se nota que vives en otra época.
Sonreí y le dije, hace mucho que no vengo por aquí. Fácil unos seis a siete años. Las cosas han cambiado, le dije con una voz feeling. Ella sonrió y acotó: ¿Ya te diste cuenta que no existe Marina Park? Yo le dije, ¿Por qué crees que estoy melancólico? Venía a este lugar desde tiempos ancestrales, tenía una chica que vivía cerca, nos veíamos en este lugar, precisamente donde estamos parados ahora, yo la esperaba con una rosa en la boca y el cabello largo y suelto alucinándome Afrodita de Piscis y ella se acercaba con su ondulado hasta los hombros, delgada y con un porte digno de su carácter fuerte. Soberbia por donde la veas; pero como una gatita tierna cuando se enamora. Nos dábamos un abrazo o un beso e íbamos a Marina Park a hacer hora, a veces entrábamos al cine, a veces tomábamos unas chelitas y otras veces no hacíamos absolutamente nada y nos quedábamos sentados en la banca de un parque cercano viendo a las palomas picotear lo que encuentren en el suelo. Era divertido.
¿Qué fue de ella? Quiso saber Ann. Nos volvimos dos extraños más que van quedándose detrás, le dije citando al cantautor español.
Invita tu pucho, dijo enseguida y tras una piteada, aseguró: Entonces, si conoces por aquí. El tipo de quien te hablé vive por allá. Señaló el horizonte y resolvimos andar.
Ann me había dicho que tenía un amigo que requería de un guionista para desarrollar un corto. ¡Cuenta conmigo! Le dije con énfasis cuando me lo propuso. Estoy trabajando más el asunto de los guiones que las novelas, pienso dejar un tiempo la literatura convencional para esforzarme en el trabajo de guionista. Mi sueño es trabajar con Jennifer Lawrence, no solo porque ande jodidamente enamorado de ella, sino porque puedo liberar mi imaginación. Es como se lo conté mientras caminábamos.
Ann, quisiera dedicarme más a los guiones, ya publiqué “La última tarde” y me está yendo ligeramente bien. Ahora quiero darle con todo al asunto de los guiones, por eso estoy aquí.
¿Aún sueñas con hacer una película con JLaw? Lo dijo con una picardía auténtica de una mujer con un exquisito sentido del humor.
Bueno, ¿Quién sabe, no? De repente y hasta nos enamoramos. Ella se empezó a reír de manera estruendosa con mi inofensiva y sí, muy irresponsable, comentario.
Lo siento, disculpa la risa, dijo y acotó: Ella está rodeada de tipos guapísimos, talentosos y millonarios.
Bueno, yo no tengo nada de eso y ese es mi plus.
¿Por qué? Quiso saber Ann.
Y aquí es como una simple charla, algo tan rutinario como banal, una conversación absolutamente irrisoria, gana peso y se vuelve transcendente.
Tienes que verlo desde esta perspectiva, le dije, me detuve y añadí: Ella es como una diosa, por ejemplo, mitológica. Dale, que sea Artemisa, y yo puedo ser uno de esos mortales; pero héroes que lucha contra todo para conquistarla. ¿Me entiendes?
Lo único que entiendo es que te encanta la mitología griega.
Es mi favorita; aunque la egipcia también me fascina. De hecho, tengo un tatuaje de Anubis en la pierna.
Retomamos el andar y yo seguí hablando: Te daré un ejemplo más real, ¿has visto la película Nothing Hill? El tipo que tiene una librería y se enamora de una actriz. Es con Julia Roberts, guapísima por cierto, al final él termina casándose con ella luego de un montón de peripecias.
¡Ya, basta! Tú nunca te rindes, ¿no? Ya, ya, te creo. Si, ella se fijará en ti, dijo y empecé a reír porque logree estresarla.
Me gusta sacar de quicio a las personas, le dije con una sonrisa.
Si, ya me estoy dando cuenta, dijo y enseguida cambió de tema, ¿trajiste tus trabajos, no? Claro, traje mis guiones de largometrajes y cortos.
Chévere, ya estamos llegando; pero antes, fumemos otro pucho, dijo y empezamos a fumar al tiempo que andábamos con lentitud.
¿Sabes, Ann? He notado que cuando hablo de Jen Law te enojas o me pones trapas, es como si… te pusieras celosa.
¿Celosa, yo? ¡No me jodas! Dijo con seguridad y yo empecé a reír para luego decir, estoy jodiendo, no te exaltes.
Ya estamos cerca, en ese edificio es, dijo. Excelente, le dije y caminamos hasta llegar al lugar.
¿Qué timbre es? Quise saber. El 204, dijo. Presioné y salió un tipo de lentes y barba, quien hizo un ademán con la mano y bajo al instante, tan rápido que ni tiempo tuve de apagar el cigarrillo.
Ingresamos y noté que su departamento parecía una cabina de internet. Si que te afanas con las computadoras, dijo Ann tras saludarlo y presentarnos diciendo: Este es el chico de quien te hablé, ha estudiado conmigo y hace bien su trabajo. Yo sonreí y le estreché la mano.
Entonces, empecemos. Déjame mostrarte lo que he avanzado, dijo el tipo de lentes y suéter de lana a pesar del calor.
Si que no sales mucho, dijo Ann haciéndome reír porque había pensado lo mismo.
Se acomodó en un mueble mientras que el sujeto llamado Rodrigo y yo nos sentábamos al frente de la computadora. El chiste fue obviado por su amigo; pero yo no dejaba de reír. Sin embargo, tuve que ponerme serio para oírlo explicar el asunto.
Entendí todo con lujo de detalles y le dije que podría trabajarlo, que en menos de un mes tendría el guión. Este sonrió, me dio la mano y mirando a Ann, sentenció: Me agrada este sujeto. Esa frase fue chistosa porque pareció salida de una película de comedia.
Enseguida, nos invitó café. Estuvo bueno y rehabilitador, hablamos de libros y sobre mis tatuajes de Dragon Ball.
Llegamos a la conclusión, Rodrigo y yo, de que Goku Black era un personaje fantástico hasta que apareció el otro idiota. Sin embargo, ambos nos devolvimos la pregunta, ¿sabes que seguirá después? Eso fue algo que no pudimos resolver.
Al rato, nos despedimos, Ann quería irse, debía de estar en casa para el almuerzo y cuando mencionaron almuerzo yo empecé a babear. Quedé con Rodrigo en vernos de nuevo por el WhatsApp y acordar detalles para el trabajo y luego acompañé a Ann a su casa. El plan era despedirnos e ir a la mía a almorzar; pero ella quiso invitarme a pasar con la excusa de no querer comer sola. Pues, acepté.
Hablamos del trabajo actual, le agradecí la recomendación, charlamos de mi libro, de los guiones que ella escribe, de los que yo hago, hizo un montón de preguntas, entre íntimas, extrañas y banales -ya no me sorprende el interés que tiene para con mis cosas- y pues, luego de comer y beber agua heladita, nos echamos sobre su mueble para ver algo de televisión. No habíamos hecho esto nunca, siempre todo fue trabajo y despedidas; pero andábamos llenos y estábamos cómodos.
Una hora y pico después le dije que me debía ir, tanta comida me hizo sentir mal y quería llegar a tiempo para la hora de spinning. Llegué a casa y lo primero que hice fue caer rendido en la cama, no fui al gimnasio y no volví a comer. Bebí te y fumé un cigarrillo, luego me puse a escribir.
Y bueno, aquí estoy, terminando de contar esta anécdota. Necesitaba escribir, siempre debo escribir, por eso cuento cualquier situación que ocurra.

Fin

domingo, 27 de noviembre de 2016

Frase 98

- Todo el tiempo ando pensando en el momento, lo vivo con intensidad y frenesí; pero también volteo a mirar el ayer, lo disfruto, sonrío y lo aprecio. También estoy viendo el porvenir y añorando realizar mis sueños. Vivo el todo en un instante.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Me hicieron una entrevista

- ¿CUÁNTO TIEMPO LE DEDICAS A LA ESCRITURA POR LAS NOCHES?
En sí, todo el día; todo lo que se me venga a la mente y yo considere que sea bueno, lo anoto en mi celular o lo grabo en audio, cuando llega en la noche recopilo todo lo del día y plasmo algo.

martes, 22 de noviembre de 2016

Iré a buscarla

- Iré a buscarla. Le diré que la amo, me verá asombrada, pensando, ¿vienes a decirme esto luego de años? Responderá tras una sonrisa irónica, ¡Estás demente! Y yo le diré que no, que solo estoy decidido a hacérselo saber a pesar del tiempo transcurrido. Ella dirá que es demasiado tarde para demostrarlo. Yo le diré que tiene razón; pero que lo vea como un nuevo comienzo. Ella dirá que he enloquecido, que salgo de una relación de bastante tiempo y que no puedo, así por así, amarla de repente. Yo le diré que todos esos años con la otra mujer estuve pensando en ella y que no pude sacármela de la mente aunque lo quise. Sonreirá y dirá que no puede ser cierto. Yo le diré que tanto amor es honesto y que si estoy aquí es porque la amo y quiero que lo sepa. Ella me hará entender que entre nosotros no existe nada, me enseñará un anillo de compromiso en su dedo y yo le diré que no puede hacerlo porque todavía hay algo en su interior. Ella dirá que estoy equivocado, yo me aferraré a los pocos instantes bonitos que vivimos juntos. Ella recordará y suspirará; pero aun así dirá que estoy errado y yo seguiré insistiendo en que todavía nos amamos. Entonces, entre tanto palabreo, su mirada evidenciará lo que presiento y la mía demostrará que todo es honesto. ¿Será posible tanto a pesar de la distancia y los años? Será su pregunta. ¿Será posible que retornemos luego de tantos hechos? La mirada lo dirá todo, lo nuestro seguirá a flote a pesar del tiempo, el desgaste, los amores vagos, las peripecias y los errores disfrazados de aciertos. Cogeré su mano y le diré que nuestro amor puede surgir; ella dirá con los ojos que acepta. Y es entonces que despertaré y veré su ausencia en la cama para enseguida escribir lo que la imaginación hizo que creyera.


Fin

martes, 8 de noviembre de 2016

Segunda presentación 12/11

- Los espero a todos este sábado 12 de noviembre a partir de las 8pm en La Tostadora - Barranco. 
Lleven a sus amigos y familiares, habrá una buena charla, venta y firma de libros. 
¡Ya nos vemos!



lunes, 7 de noviembre de 2016

Frase 97

- No se culpa a alguien por lo único que hizo mal, que quizá puede que haya sido terrible; pero que el tiempo ya deshizo, tal vez, dejándolo en el olvido.
Al final es mejor quedarse con todo lo que hizo bien y si alguna vez alguien pregunta, fue bonito.



miércoles, 2 de noviembre de 2016

Reflexión de los 30

- Ahora que estoy próximo a cumplir 30 años (falta una semana) ando dispuesto a escribir una reflexión sobre lo que ha sido estos últimos diez años. Claro que voy a ser puntual porque arruinaría las historias que quiero escribir de cada etapa.
Han sido años fantásticos, no me puedo quejar, a pesar que por momentos he sentido que la vida me ha dado una patada en el trasero, pienso que todo lo vivido ha sido por una razón. ¡Sí, esa misma razón! Tengo un sinfín de historias por escribir. Siempre he creído que Dios me ha otorgado tantas vivencias para poder trasladarlas al papel y convertirlas en literatura. Cuando empecé a entender esa idea comencé a disfrutar de la diversidad de situaciones que fui viviendo. Claro que ahora quiero pedirle mi tranquilidad y estabilidad. ¡Ya no más historias, por favor! Bueno, sí; pero no tan conflictivas.
Repasando algunos puntos, tales como mis ex parejas, recalco con bastante honestidad que a pesar de que en algunos casos las cosas no terminaron bien, he llegado a pensar que si van a ser parte de mi vida el resto del tiempo, lo mejor es que no haya rencores.
No voy a dar un número específico de novias; pero si voy a mencionar a algunas.
Miresha, dos años y medio. Vania, dos años. Cow, un año y medio. Claudia, tres años y ocho meses (o nueve, creo). Mariana, dos años y pico, un divorcio extraño, una locura de la que a veces me arrepiento y otras veces me da risa. Verónica, siete meses. Fátima, nueve a diez meses. Camila, un año y (no recuerdo, creo que dos meses). Por supuesto, me olvidaba de Alejandra, con quien estuve casi un año. Pues, hay otra cantidad de mujeres que pasaron por mi vida y claro está que a todas las antes mencionadas no les voy a agregar el apellido para que no puedan buscarlas en Facebook.
Uno aprende de todas esas situaciones, pues, recuerdo cuando Claudia decidió o mejor dicho, enloqueció y se fue a Roma. Ella no volvió hasta dentro de un año, yo era un tipo distinto, quise volver y le dije que no. Yo no tenía pareja; pero no iba a volver. Nadie se marcha y luego viene, así no son las cosas. Sin embargo, luego hablamos y llegamos a ser, pues, conocidos. No la tengo en redes sociales ni WhatsApp, digamos que somos eso, dos extraños más. De repente si la veo por la calle, la saludo, tal cual lo haría con el resto de chicas. Aunque lamento que a veces se me olviden los rostros, de hecho, es un defecto que tengo; pero hay algo que nunca olvido: Los momentos.
Tuve una ruptura extraña con Mariana, estuvimos en una ciudad lejana, muy alejada de mi casa e hicimos algunas cosas medias, digamos, locas; pero honestas. Claro, estábamos muy enamorados, éramos jóvenes y locos, terminamos firmando algo por emoción del momento y yo tuve que remediarlo con el tiempo. No me arrepiento, ahora no, antes sí; pero hoy por hoy, solo resulta gracioso.
Cow, a veces pienso que si la hubiera entendido, podíamos haber hecho tanto; sin embargo, como tantas veces me dijeron: Soy alguien complicado, sobre todo cuando me dedico a escribir. Yo andaba cerrado por querer completar un libro, ella quería que formara parte de su mundo; pero yo formaba parte de un mundo ficticio. Nunca tuve tiempo para amarla como debí hacerlo.
Fátima fue grandiosa, nos divertimos tanto en el corto tiempo. Gran chica, sobre todo inteligente, me hablaba de todo y resolvía ecuaciones raras. Nuestras carreras eran diferentes como lo fueron nuestros caminos.
Miresha, de las mujeres más locas que he amado. Mi primera novia oficial, la que por primera vez traje a mi casa. La pasamos de maravilla.
Se vive bien cuando te relacionas con personas geniales, claro está que tuve una relación de 5 años con una mujer que no he mencionado; pero que es tiempo de hacerlo, al menos en dos líneas.
Duramos 5 años, nos entendimos, amamos, odiamos, destrozamos, construimos, enloquecimos; pero terminamos por ideales distintos.
Yo ya estoy a años luz de todas esas mujeres y de las que no he recalcado y a quienes he olvidado mencionar, estoy a puertas de los 30, con una novia espectacular en todos los sentidos y con ganas de formarlo todo a su lado. Muchos la conocen; pero ella prefiere mantenerse aislada de las redes sociales. Eso me encanta.
Mi gorda, como le digo, es con quiero quedarme el resto de mi vida y así la defino y resumo.
Cerrando el capítulo de amores pasados, doy un repaso por mi vida laboral, es decir; mi pasión por escribir. Siempre he amado escribir, es lo que mejor se hacer y estoy completamente seguro que lo voy a hacer el resto del tiempo. Voy a publicar muchos libros, escribir guiones y hacer una cantidad importante de literatura. Emocionar a todos los que me leen y emocionarme al escribir. Es lo que amo y lo que haré el resto de mi existencia.
Mi primer libro “Los demonios y yo” fue publicado en el 2010, vendí los cien ejemplares que saqué de las historias cómicas que se basan en las distintas aventuras de mis amigos. Es mi primer bebe, un libro irresponsable y completamente irracional; pero que te hará reír a carcajadas. Es un libro natural, espontaneo, trabajado en días, escrito de una manera informal y con dosis de diversión asegurada.
Luego de unos años hice un mejor trabajo, ya dedicado plenamente al sentido romántico, de donde provengo y voy. De allí logré sacar “Una noche, una musa y un teclado” que relata reflexiones y cuentos basados en situaciones reales. Algunas historias propias y sentimientos que fui volviendo en una especie de relatos cortos. Es un libro importante porque me abrió las puertas de las librerías, estuve en La feria del libro 2014 y vendí mil ejemplares; aunque al inicio solo lo hice con 7. Luego vinieron los buenos resultados, siempre es así, todo con calma y paciencia. Las cosas salen mejor cuando las piensas, planteas y realizas, si te apuras todo sale mal, es lo que siempre digo.
Tras ese segundo libro que me dio la posibilidad de encaminar mi vida hice un montón de talleres y estuve trabajando largo tiempo en una novela, entonces, “La última tarde” hizo su aparición. Dicen que es mi mejor trabajo, yo creo que tengo mucho por mejorar y eso me motiva. Por ello ando contento, las ventas van bien, el libro les gusta a los lectores y poco a poco voy posicionándome como escritor.
El libro ha sido presentado en un bar, ahora nuevamente sucederá y la situación mejora, eso me alegra.
Llegar a esta edad ha hecho que quiera cosas serias para mi vida, tales como tener un hijo y formar una familia, todo ello voy a ir realizando con el tiempo, la ayuda de Dios y el apoyo de mis viejos.
Siento que vivo grandes momentos de mi vida, estoy contento y emocionado por lo que se avenida, con ganas de darlo todo y con la misma actitud positiva de siempre.
He madurado con el paso del tiempo, me siento capaz de todo y a pesar del drama que hago –que disfruto, obviamente- siento que los 30 será un año grandioso, lleno de buenas vibras y excelentes satisfacciones.
Solo espero seguir con mi pareja, continuar creciendo como escritor y guionista y junto a la familia que es lo importante.
Y todo lo antes escrito es una linda fantasía. Amo escribir, me traslado a todo, tengo 23 años. 


Fin




Frase 96

- Nunca es demasiado tarde para amar; pero sí para demostrarlo.

El rapero del bus

- Sube al bus un rapero, da su argumento y empieza a rapear. Nota que me quito los audífonos para escucharlo, se acerca, coloca su mano en mi hombro y canta: Aquí mi amigo me empieza a escuchar, de lentes y ropa casual, con un look muy particular, serio pero con ganas de estallar, de risa porque lo empiezo a animar, vamos amigo, dame una sonrisa y luego dos monedas que esta rima se la contarás a tus colegas. Y ellos te dirán, que la repitas una vez más...
No dejé de reírme cuando acabó su canción, le di sus dos monedas y le dije, estuvo buena. 

Cosas graciosas que ocurren.


Fin

Frase 95

- Nunca te equivocas si piensas que todo fue un aprendizaje.