Mi nuevo libro

Mi nuevo libro
Puedes pedirlo al WhatsApp +51 987774365

domingo, 27 de marzo de 2016

Hoy me vieron atractivo

- Nunca me he considerado un sujeto físicamente atractivo; sin embargo, hoy ocurrieron un par de hechos muy singulares. 
El primero fue en el gimnasio, llegaba a la hora de siempre, presuroso por comenzar el entrenamiento diario. Saludé a la recepcionista e ingresé con rapidez sin darme cuenta que adelante, una muchacha salía del gimnasio. Nos topamos enseguida, fui para la izquierda para zafar y ella fue para ese lugar, fui para la derecha y ella hizo lo mismo. Sonreí y le dije, lo siento, ando despistado. Entonces, seguí el camino; pero de pronto la oí decir, ¿Y a que se debe que ande tan despistado? Giré el cuello con un gesto de sorpresa y la vi sonreír de una manera muy coqueta. Creí que se trataría únicamente de un momento gracioso; pero al cabo de un tiempo, mientras andaba entrenando, el personal training se acercó para con su rutinario humor, decirme: Oye Goku, esa chica no deja de mirarte, dice que quiere conocerte.
Lo vi sorprendido, luego sonreí y le dije: No me jodas, estoy entrenando. Él sonrió y añadió, si gustas, después te la presento. 
Obvié su comentario y continué con los ejercicios. 
Hasta entonces todo parecía ser una situación particular, de repente, hasta graciosa. 
Horas después, cuando concluí con la rutina de siempre, me preparaba para salir del gimnasio, cuando de repente, esa misma chica, se acercó para preguntarme: No te he visto por aquí, ¿A qué hora sueles venir? Efectivamente, hace dos semanas que no asisto al gimnasio, ¿La razones? He andado muy ocupado con el asunto del libro. 
Mecánicamente, respondí con educación: Pues, por las tardes. 
Espero encontrarte seguido, dijo ante mi asombro, sonrió y se fue. Yo me quedé estático, no supe exactamente cómo reaccionar y solo se me ocurrió sonreír.
La siguiente ocasión ocurrió más tarde, cuando andaba de compras en un nuevo centro comercial, quise ir a inspeccionar y de repente, adquirir alguno que otro producto. Fui solo, mi novia no está presente y pues, quise distraerme un rato.
Elegí una prenda y resolví probármela, es un asunto jodido ese de llevar algo y luego tener que devolverlo porque no te queda.
Parece que pronto llegará el supuesto invierno, por ello, vi un blazer en oferta y no dudé en tenerlo.
Además, unos pantalones jeans rasgados que llamaron bastante mi atención.
Al salir y verme en el espejo, una chica que pasaba por allí, dijo con bastante humor: Me gusta ese look. La vi y sonreí para luego decir, gracias, lo voy a adquirir. Se acercó y añadió, más hombres deberían vestirse de ese modo. No andar como wachiturros.
El comentario resultó muy chistoso, al punto de soltar algunas carcajadas. Al rato, decidí volver a los probadores para cambiarme; pero al salir, la chica esta, que superaba los treinta (imagino) seguía donde estaba.
¿Qué hace un muchacho como tú yendo de compras solo? Esa pregunta se me hizo difícil de responder porque no soy de dar explicaciones a nadie, mucho menos a desconocidos; pero, la pregunta, a la vez, parecía salida de una película romántica, donde alguien intenta ligarse a un tipo.
Yo no soy de hablar con extraños, he visto muchos capítulos de ID y hasta me he vuelto una persona muy precavida.
Resolví responder, estaba de pasada y quise entrar a curiosear. Bueno, voy a pagar, ya me retiro.
La mujer como teniendo las palabras en la boca, añadió: ¿Luego no gustas ir a tomar algo? Eso me sorprendió todavía más, por ello, le dije: La verdad es que estoy apresurado. Perdona.
Me sentí incómodo respondiendo de esa manera, de repente, no fui educado; pero tengo novia y no voy a andar saliendo con cualquier persona, mucho menos desconocido.
Lejos de cualquier otro pensamiento, al fin y al cabo, ambas situaciones resultaron curiosas y chistosas. Creo que dejarme el cabello largo y tonificar el cuerpo en el gimnasio parece ser productivo. 
Pues, lo importante es que tengo algo más que escribir.

Fin

No hay comentarios:

Publicar un comentario