Mi nuevo libro

Mi nuevo libro
Puedes pedirlo al WhatsApp +51 987774365

domingo, 10 de diciembre de 2017

Pero que charla

- Mariana es una mujer inteligente, hablar con ella es un asunto complicado, ¿la verdadera y única razón? Me conoce.
Mañana es su cumpleaños, todavía estoy dudando si asistir; aunque me ha pintado un almuerzo espectacular. Tengo un par de temas personales que debo desarrollar por devoción y placer, dichos son los motivos para no ir. Muy aparte de ello, hoy fui a visitarla, quise ser el primero y para serlo debo saludar desde antes que ocurra.
Charlamos de lo trillado que nos pasa en la vida, ya sabes, temas como la universidad y el trabajo, la familia y la vida diaria, ¿aburrido, no? Pero el tema se puso interesante cuando dijo una de sus filosóficas preguntas: ¿Sientes que ya resolviste esa parte esencial de tu vida?
Sabía completamente a lo que hacía referencia. Pensé, a estas alturas de mi vida, no estoy seguro de ello; pero muy afianzado en otros aspectos, de repente o mejor dicho, por momentos, más importantes. Entonces, le dije: Sí.
Dudaste, comentó con rapidez. Es obvio, debo pensar antes de decir algo, recriminé. ¡No! Fue duda, no pensamiento.
Sonreí y le dije: Esta bien, tienes razón.
Orgullosa de su descubrimiento añadió: Te voy a decir algo de lo que estoy completamente segura.
Dime, le dije abriendo los ojos como si fuese una pitonisa y yo espero su premonición.
‘Tú ya resolviste esa parte de tu vida’ y ¡Y ya deja de mentirme y mentirte! Que sabes bien que es más importante que cualquier otro aspecto. Esa fachada de solo pensar en temas tangibles no te sale.
Asentí con la cabeza para que siguiera.
Lo tienes resuelto. ¿Te das cuenta? Ya lo tuviste, ya lo lograste, hiciste lo que tanto deseabas en ese sentido de tu vida y ya no necesitas de algo, digamos, utópico, porque estas disfrutando de lo que realmente quieres. Y sabes cómo termina todo sin que termine.
Era como si alma se hubiera salido y me estuviera hablando.
¡Asombroso! Le dije con la misma sorpresa de mi palabra.
Tengo razón; pero vas a negarlo. Vas a hacerte creer que no la tengo, que estoy errada y vas a seguir en esa cuestión tuya a la que no llamo búsqueda ni fantasía, sino niebla.
¿Por qué hablas de un modo tan genial, Mariana? Eres una filósofa empedernida que habla de cosas maravillosas y raras.
Gracias, gracias, dijo sonriendo como una boba; pero enseguida sentenció: ¿No me vas a hacer la misma pregunta?
Bueno, ¿y qué es de ti?
Esperando que alguna vez te des contra la pared y te devuelva. O tal vez, des una vuelta en círculos. De repente, un fuerte impacto que te traiga a la realidad. Quizá, despertar y listo. Salir de la Matrix, liberarte de esa idea y ver por fin lo que no aceptas. Espero eso.
Sonreí.
Eres un jodido obstinado. Pero, un día te darás cuenta que lo que realmente quieres ya lo tienes.
Mariana, eres la mujer que más me conoce en el mundo, si tienes razón, voy a salir de la Matrix o darme una vuelta en U en la carretera, ¿es así, no?
Di más ejemplos y todos fueron improvisados, eh. ¿Cómo la ves? También tengo mis rimas.
Comencé a reír y le di un abrazo diciendo: Feliz cumpleaños.
Todavía falta, tonto, dijo entre risas.
Adoro ser el primero.
¿Vendrás mañana?
Tengo un tema personal.
No me quiero enterar; pero haz el intento.
Vamos a ver qué pasa.
Esa ya me la conozco.
Habrá trago.
Eso suena mejor, dije frotando mis manos.
Reímos de nuevo.
Fin

No hay comentarios:

Publicar un comentario