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sábado, 2 de enero de 2016

El globo de helio

- No era una fecha especial, tampoco habíamos discutido el día anterior, mucho menos tenía rato sin engreírla, por eso resultó ser más bonito el hecho de sorprenderla con algún detalle. 
La Vaka (Sí, con K) me esperaba como de costumbre en la esquina del centro comercial Polvos Rosados debido a que la oficina donde trabajaba se hallaba detrás del local. Siempre a la misma hora, alrededor de las seis y media o siete se encontraba recostada sobre la pared, con su maletín, el atuendo ideal y la sonrisa brillante.
En dicha ocasión tardé en llegar. Estaba en una florería y no comprando, específicamente, flores, sino un globo de helio con el dibujo de Cowco (la vaca de las tarjetas virtuales de Gusanito) que reflejaba a mi novia. La ubicación del local era la cuadra veinte y tanto de la avenida Caminos del inca y tuve que salir con rapidez para no hacerla esperar; aunque, seguramente, así haya esperado un tiempo importante, el verme con el detalle le hubiera devuelto la sonrisa. Sin embargo, no la hice esperar. Llegué cinco minutos tarde, le envié un mensaje con la leyenda: Estoy a una cuadra. Di la vuelta para converger con su espalda y lograr asombrarla, lo hice de la siguiente manera: Colocando el globo a la altura de mi rostro e hincando su hombro. Ella volteó sorprendida y se asombró aún más al ver su reflejo en el globo. Enseguida, nos echamos a reír, tanto que algunos peatones y compradores nos vieron extrañados; pero el detalle era bonito, por ello también sonrieron o de repente, suspiraron.
Me dio un abrazo y cogió su regalo. Agradeció con un beso y un te amo, mi gordo.
A continuación, nos sujetamos de la mano y empezamos a caminar rumbo al mismo parque de siempre, el que se encontraba a la espalda de Plaza Vea, doblando a la derecha y luego a la izquierda, con un par de bancas y un poste de luz que lo ilumina todo.
Es curioso, hace poco volví a pasar por ese lugar y no lo encontré. De repente, lo demolieron; aunque me gusta pensar que desapareció junto a ella. Pero, en esta historia, no me enfoco en eso, porque recuerdo el lindo detalle del globo de helio con su fotografía impresa y se me escapa un suspiro. 


Fin




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