- Te
extraño. Perdón, debí comenzar diciendo: Hola preciosa, ¿Cómo estás? Pero es
que al momento de estar en frente fue lo primero que se me vino a la mente como
una ráfaga salida del corazón. Y no puedo evitar agregar que requiero de tu
presencia lo antes posible para saciar la necesidad de tenerte entre mis brazos
con la intención honesta de no querer dejarte ir.
Lamento
la intensidad, pero estoy hablando con la verdad. Haces tanta falta que juntaría
todas mis ganas y construiría una carretera que una todos los continentes o un
puente entre mi mundo y el planeta rojo.
Sé
que sonríes porque mis analogías astronómicas con lo que siento las suelto con
fluidez como cuando te miro y pienso que tus ojos son dos lunas o tus cabellos
anillos de Saturno. Pienso que eres tan hermosa y lejana como Encélado y yo un astronauta que intenta estérilmente
rozar tu preciosura.
¿Y si nos reencontramos ahorrando camino en uno de esos
extraños agujeros negros? Podríamos aparecer en una singularidad, en algún
sitio del universo; pero teniéndonos cerca y gozando de cada uno de los
encantos nuevos y antiguos que tengamos, pues requiero de ti con tanta locura
que sería capaz de aventurarme al espacio con solo encontrarte. A veces únicamente
se trata de eso, de una búsqueda incansable por tenerte de vuelta y otras veces
simplemente una pérdida de tiempo.
Irónico, ¿verdad? Es como si no estuvieras en cuerpo pero a
la vez como si permanecieras aquí de una forma astral, a veces trato de
entender lo que quiero decir para luego escribirlo; pero ahora solo quiero ser
franco y aclarar que te pienso y extraño porque los recuerdos son millones y
las ganas de verte el doble ante una verdad que dicta que no vives.
¿Por qué tendría que dividirnos la vida y la muerte? Si en un
plano intangible también podemos tenernos. Cerrando los ojos y gozando, viéndonos
en un futuro alterno y riendo, satisfaciendo nuestras necesidades mientras
miramos espejos que nos envían a otras dimensiones. ¿Y si te encuentro en otro
mundo? Y si la muerte, la misma muerte, se trata solo de una mudanza y nos
tenemos en frente pero en dimensiones opuestas, yo en el mundo de los vivos y tú
en el mundo de los que dejaron el cuerpo.
Es por eso que vuelvo a mi analogía astronómica para decir
que voy a cruzar uno de esos agujeros de gusano y te voy a encontrar en otra sintonía.
Porque en alguna parte deberías seguir existiendo y yo tengo
que hallar la forma de encontrarte para dejar de extrañarte.
Fin
No hay comentarios:
Publicar un comentario