Mi nuevo libro

Mi nuevo libro
Puedes pedirlo al WhatsApp +51 987774365

viernes, 24 de abril de 2020

Carta #56


Te extraño. Perdón, debí comenzar diciendo: Hola preciosa, ¿Cómo estás? Pero es que al momento de estar en frente fue lo primero que se me vino a la mente como una ráfaga salida del corazón. Y no puedo evitar agregar que requiero de tu presencia lo antes posible para saciar la necesidad de tenerte entre mis brazos con la intención honesta de no querer dejarte ir.
Lamento la intensidad, pero estoy hablando con la verdad. Haces tanta falta que juntaría todas mis ganas y construiría una carretera que una todos los continentes o un puente entre mi mundo y el planeta rojo.
Sé que sonríes porque mis analogías astronómicas con lo que siento las suelto con fluidez como cuando te miro y pienso que tus ojos son dos lunas o tus cabellos anillos de Saturno. Pienso que eres tan hermosa y lejana como Encélado y yo un astronauta que intenta estérilmente rozar tu preciosura.
¿Y si nos reencontramos ahorrando camino en uno de esos extraños agujeros negros? Podríamos aparecer en una singularidad, en algún sitio del universo; pero teniéndonos cerca y gozando de cada uno de los encantos nuevos y antiguos que tengamos, pues requiero de ti con tanta locura que sería capaz de aventurarme al espacio con solo encontrarte. A veces únicamente se trata de eso, de una búsqueda incansable por tenerte de vuelta y otras veces simplemente una pérdida de tiempo.
Irónico, ¿verdad? Es como si no estuvieras en cuerpo pero a la vez como si permanecieras aquí de una forma astral, a veces trato de entender lo que quiero decir para luego escribirlo; pero ahora solo quiero ser franco y aclarar que te pienso y extraño porque los recuerdos son millones y las ganas de verte el doble ante una verdad que dicta que no vives.
¿Por qué tendría que dividirnos la vida y la muerte? Si en un plano intangible también podemos tenernos. Cerrando los ojos y gozando, viéndonos en un futuro alterno y riendo, satisfaciendo nuestras necesidades mientras miramos espejos que nos envían a otras dimensiones. ¿Y si te encuentro en otro mundo? Y si la muerte, la misma muerte, se trata solo de una mudanza y nos tenemos en frente pero en dimensiones opuestas, yo en el mundo de los vivos y tú en el mundo de los que dejaron el cuerpo.
Es por eso que vuelvo a mi analogía astronómica para decir que voy a cruzar uno de esos agujeros de gusano y te voy a encontrar en otra sintonía.
Porque en alguna parte deberías seguir existiendo y yo tengo que hallar la forma de encontrarte para dejar de extrañarte.



Fin 

No hay comentarios:

Publicar un comentario