Mi nuevo libro

Mi nuevo libro
Puedes pedirlo al WhatsApp +51 987774365

miércoles, 4 de diciembre de 2019

Un correo raro


- Siempre reviso mi correo al primer momento de levantarme, chequeo los mensajes minuciosamente por si allí se encuentra alguno de una editorial americana.
Hoy encontré un mensaje curioso, era un tal Jeff Smith Hardy de Irlanda, un supuesto millonario europeo a punto de estirar la pata y en su completa bondad y misericordia -mencionando a Jesús, Dios, los reyes magos y demás- (detalle que no me pareció agradable porque respeto mucho las otras creencias como para andar burlándose de ese modo tan salvaje) me dijo lo siguiente: Bryan, brother, te dejo como herencia mi fortuna de 300, 000 millones de dólares. Por un momento pensé que la cifra hablaba acerca de la velocidad de la luz, es que ando obsesionado con la astronomía. Sin embargo, el señor, pues en su foto aparecía un viejo de bigote blanco como su melena, aseguró nuevamente metiendo al Cristo de los cristianos, de esta manera. Voy a copiar y pegar: Bendito seas, Bryan Barreto, te escribo desde Dublín, en mi ahora lecho de muerte para decirte que te he elegido como merecedor y acreedor de mi grandiosa fortuna por ser un buen tipo. Dios y yo te hemos elegido.
Pocas personas me llaman buen tipo. Mi esposa, mi madre, mi abogado (no, ese no), mi mascota y mi amigo de la tienda.
La jugosa cantidad de dinero, según sus siguientes palabras, iría directamente a mi cuenta bancaria BCP de ahorros aquí en la linda y asquerosa ciudad de Lima donde hacen tuberías y crean todo un desastre del carajo que me irrita y molesta y no puedo sacar a relucir mi auto Bolocho del 72 porque todo está jodidamente obstaculizado. Sí, sé que van a decir que en sus países es igual, pero realmente Lima está desastrosa. Por eso requiero unas lindas vacaciones en mi bello Gualeguay.
El Sr. Smith añadió: Por favor, hijo mío (no tiene ni un puto parecido a mí, pues yo no tengo bigote, tampoco pelos en el cuerpo;  es mi suerte, que horrible tener que comer y reservar residuos en la barba)… Cuida ese dinero para la prosperidad, no te los gastes en cojudeces ni inviertas en campañas de políticos. Solo guárdalo en tu caja fuerte.
El mensaje estaba tan bien redactado, elegante, bonito y hasta firmado por Sr. Smith y su abogado, un tal Fletcher.
Por un momento, en mi total inocencia (a quien engaño) pues, en mi completo estado de sonambulismo, pensé: ¿Y si esta mierda fuera cierta? Dejaría mi trabajo, me casaría, tendría una colección de hijos, guardaría todo en las Islas Caimán y me fumaría un puro en un sitio por Cuba.
Sin embargo, obviamente todo ese asunto era una completa trafa estrafalaria de un boludo atrás de la pantalla que piensa que habrá huevones capaces de caer, pues lo siguiente que ocurrió fue: Lo único que os pido, querido hijo mío, es que deposites 3 mil dólares a una cuenta para que el abogado de mierda haga unos trámites a tu nombre y te deposite el dinero.
Esto me recordó a que una vez un tipo me dijo que había un negocio llamado ‘Zia o Zio’ no me acuerdo bien, el punto era que debía de comprar unas bebidas, tipo el negocio de los perfumes y tener que venderlas tras hacer un aporte, era una de esas cagadas piramidales, yo me reí en su cara porque se estaba burlando de mi intelecto. Puede que no haya estudiado Contabilidad o Administración, pero no soy gil.
También me hizo acordar a esos bobos con planchas de hojas que habitan por centros comerciales haciéndote firmar para una maldita ONG más falsa que los bigotes de mi supuesto padre en el correo.
Me estresa la gente que se cree viva y creen que puede jugar con las emociones de los otros. ¡Se irán al infierno!
Tras leer el correo, hice la transacción de los 3 mil dólares, recibí la fortuna del viejo decrépito y a partir de ahora soy jodidamente rico.
¿Qué lindo final, no?
Pues, no fue así.
Simplemente leí el puto correo, lo borré, pensé en escribir este texto y lo estoy haciendo en mi laptop de 2 mil solsitos, un cafecito peruano en taza grande que compré en Casa&Ideas de oferta 3 x 2, un par de huevos duros y una tostada Bimbo viendo el amanecer desde mi departamento en el quinceavo piso.
Pobre, pero feliz.
Es broma, estoy en el baño. Me ha caído mal esa papa rellena del mercado.

Moraleja: Hay que tener cuidado con estos huevones, de inmediato se borra todo. Bueno, ustedes son inteligentes.


Saludos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario