- Nunca me han roto el corazón. Jamás tuve una decepción amorosa por un sentir no correspondido.
No llamo a ex novias de madrugada diciéndoles: Todavía te amo, ¿crees que podamos intentarlo de nuevo?
No soy de las personas que se entristecen y esconden en la habitación para llorar y dejar que la desolación los ahogue.
Siempre fui yo quien termina las relaciones, quien se aleja, quien zafa, quien prefiere evitar la fatiga, quien se vuelve indiferente y quien deja de sentir amor.
Y eso es mucho peor que todo lo antes mencionado.
Sucede que me decepciono de la persona con quien me involucro sentimentalmente, en un nivel nunca perfecto pero muy arraigado a lo ideal, entrego todo de mi persona para mantener la flama del romance en alto, ardiendo y sacudiendo. Soy creativo para las relaciones sexuales, converso de todo, hago bromas, escucho muy bien e impulso tus virtudes olvidando los defectos o haciéndolos parte de algo novedoso y bueno. Yo siempre voy a ver tus buenas actitudes y diré lo hermosa que eres tal cual te hicieron, sin cambios y sin restricciones, nunca ando celando ni peleando, me gusta conversar y solucionar, adoro la pasiones en la cama y el trabajo, disfruto verte crecer, ser tú misma, abrirte paso por la vida a mi lado como sombra que suma, porque yo sumo, yo apoyo y estoy en todo momento para lo que quieras, sonriente y con buena onda y perspectiva. Además, soy un gran conversador, hablo de todo sin tabúes.
Y sin embargo, me llenan de celos, de peleas absurdas, de ¿Por qué escribes sobre tu ex? ¿Estás enamorado de la protagonista de tu libro? ¿Dónde andas? ¿Por qué quieres tu espacio? Y esas preguntas que al inicio las esquivo o respondo: No, todo es ficción. No, soy escritor e invento cosas o fusiono. Y si fuera una ex, fue antes de ti y si escribo es porque la vida te da historias. Y amo estar solo porque me gusta pensar, analizar la vida y lo demás, luego vuelvo contigo y todo genial.
A veces pienso que me esfuerzo demasiado por hacer que esa persona sea a la medida de mi vida, esto no se trata de soberbias o egos bobos, solo que yo siempre intento hacer lo mejor que puedo de algo y me gustaría tan solo que intentaron hacer lo mismo. Una maldición es que luego de terminar por el desgaste emocional y el sobre esfuerzo por intentar hacer que todo siga bien, es la siguiente: Querer volver cuando ya todo ha terminado e intentar reparar lo que nunca se hizo. Yo digo: Ya pues, ¿Por qué no hacerlo en todas esas conversaciones que tuvimos? Era tan simple y fácil poner manos a la obra juntos y hacer algo lindo juntos; pero siempre tarde, siempre demasiado tarde.
Creo que peor que te rompan el corazón es ver como no hacen algo por mejorar durante el tiempo que dura el romance.
Entonces, por eso me voy y alejo y quedo como amigos. Porque nunca tengo rencor, solo amistad y aprecio.
La gente debe amar en el momento en que están juntos.
Fin
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