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lunes, 25 de septiembre de 2017

Celos locos

- Soy una persona leal en todo el sentido de la palabra. Hombre de una sola mujer; pero tantas veces es complicado que alguien lo entienda; peor aún, en el presente de mi carrera, de repente porque me han tocado celosas (y no celos tiernos).
Esta historia basada en hechos reales crea un momento particular en mi vida.
Yo acababa de terminar de escribir mi primer libro, un manuscrito especial se hallaba sobre mi escritorio, era un viernes por la tarde y tenía planeado dedicarle la noche entera a la lectura. Mi entonces novia, de improviso, vino a visitarme. La recibí con emoción porque siempre es bonito que te sorprendan con dicho detalle, tras el asunto íntimo y el compartir de una serie cómica le dije, amablemente, que debía darle lectura al manuscrito porque acordé con la editorial en entregarlo el lunes. Me dijo, está bien; pero antes, comamos algo. Fue una buena sugerencia. Tras la cena fui a dejarla a su casa y volví con rapidez para poder escribir. Soy de esos locos escritores que aprovechan al máximo el tiempo en escribir, no desperdicio segundos; aunque al llegar mi madre quería que la ayudara con un asunto en la cocina y tuve que hacerlo de inmediato. Ya instalado en el escritorio resolví leer la obra.
En ese momento recibí un mensaje: Bry, cuando te fuiste al baño, vi tu libro, ¿Por qué uno de los cuentos trata sobre tu ex Mariana?
Amor, la mitad o más de ese relato es de ficción, solo el nombre y los lugares son reales.
Te he dicho que no me gusta que escribas sobre tus ex novias. ¡Me faltas el respeto!
Me sentí irritado. Yo puedo soportar que bromeen, que me tilden de IT el payaso y demás; pero no aguanto cuando se meten con lo que amo y no es una cuestión de orgullo, es que realmente me había esforzado tanto en lograr terminar un libro y hallar una editorial que quiera tener la osadía de publicarme para que alguien me dijera una calamidad de esa magnitud, incluso, no es por hacerme el mártir porque nunca lo soy, ni siquiera dijo, te felicito por terminar el libro o algo similar. Únicamente se enfocó en un par de cuentos sobre alguien con quien estuve hace cinco años.
Obvié el asunto porque debía de leer con atención; pero ella, fiel a esos celos extraños que tanto sentía, me volvió a escribir: Bryan, estoy enojada, te he dicho que no escribas sobre tus ex.
Yo le dije: Amor, la hemos pasado bonito, ¿tú crees que me puedas dar un tiempo para leer esto que es realmente importante? Luego puedes hacer todo el drama posible y lo arreglamos conversando.
No. Quiero que me expliques ahora, ¿todavía la amas?
Amor, estoy contigo hace siete meses, no estoy con ella hace cinco años, estuve con otras chicas después de ella, ¿Cómo demonios voy a amarla? Cuando termino una relación, es porque no hay nada. Te conté la historia decenas de veces.
Típica de una mujer celosa, lo obvia todo como si mis palabras hubieran entrado por su oído y salido por lo otro.
Ya estaba estresado, odio que no respeten mis horarios de trabajo, yo lo único que pido es comprensión, no exijo que me acepten, trabajo escribiendo y amo tanto lo que hago que solo quiero que lo entiendan, después puedo ser el mejor novio del universo, ir a cenas con tus padres y aguantar a tus amigas; pero por favor, solo quiero escribir.
Le dije: Cariño, Mariana es un personaje, ni siquiera la describo como es, le meto algunas facciones de mentira, le agrego atributos y quito algunos; ¿comprendes? No se trata de ella en sí, solo de un prototipo. Me sentí como un mago cuando revela un truco.
Nuevamente, obviando todo, me dijo: Voy para tu casa, quiero hablar sobre esto. Estoy cansada de ver como sigues enamorado de otras chicas.
Hey, espera, estoy haciendo mi trabajo. No estoy enamorado de nadie, de estar enamorado de otra chica, no estaría contigo e iría tras ella. Es lo más natural que puedo hacer. Además, estoy contigo hace siete meses y te he demostrado de todo, ¿puedes tener memoria? No hables sin sentido, solo haces que todo lo que haga sea en vano.
Demasiadas explicaciones y todas por tener mí espacio.
No era la primera vez que actuaba de ese modo, también pensaba que me acostaba con cada persona que le daba like a mis textos.
Odio los celos, yo no soy celoso, nunca en mi vida he sentido celos, soy una persona segura; pero en una relación trato de dar toda la confianza posible para que puedan estar tranquilas, para que no exista una duda, yo me abro en plenitud para que sepan cómo soy y que nunca voy a fallar porque lo único que hago es leer, fantasear mientras escribo y obviamente, publicar libros.
Puedo hacer todo lo que gustes, desde hacer el amor de formas diferentes hasta ir al baby shower de tu amiga y salir a bailar con el payaso con tal que luego me den mis dos horitas de espacio, solo eso, dos horitas.
Respondió: No soporto que tantas chicas te escriban, tu MSN siempre está abierto y observo todo lo que te dicen, me desagrada.
¡Sí dejo mi MSN abierto es porque no oculto nada! Pensé.
Yo: Son personas que leen mi libro, les gusta mi trabajo, tal vez les agrado; pero no más. Tengo como ley principal, no involucrarme con lectoras y como única virtud soy el tipo más fiel del mundo. De lo contrario no tendría sentido lo que escribo, debo sentirlo y pensarlo para decirlo.
Ella, por fin, entendió: Bueno, por ese lado bien; pero, ¿Por qué tu ex? ¿Por qué no otra chica?
Yo: Porque es solo una historia y me gusta escribir realidades.
Ella: Me faltas el respeto. ¿Por qué no escribes de mí?
Yo: Te escribo una carta cada día, un texto por semana, algunos cuentos son para ti. Es mi trabajo. Si tú fueras actriz y te besas con un galán, yo no te diría nada, es tu trabajo y respeto. Si fueras cantante y llenas el estadio de fans, yo no diría nada porque respeto lo que haces. Solo acepta lo que hago que estoy a punto de volverme loco.
De hecho, ya me había vuelto loco, no era la primera vez que sucedía, era la vez número cien y yo ya estaba harto, lo habíamos charlado varias veces para calmar asperezas, ella sabía de mis situaciones problemáticas para poder hacer lo que me gusta, sabía todo lo que pasé para lograr sacar a relucir mi pasión; pero solo se dejaba cegar por los celos absurdos.
En ese momento, oí que la dejaron entrar a mi casa, mi madre, buena onda, hizo que ingresara. Yo estaba volando en mi habitación, de hecho, angustiado e incomprendido, llorando de impotencia y diciendo: Solo quiero dos horas, ¿es mucho que pedir? ¿Acaso soy un maldito mal novio? Esas últimas preguntas retóricas fueron en un acto dramático muy gracioso, es que a veces hago drama en son de broma, como para reírme de la situación y burlarme de mi suerte.
Ni siquiera tuvo la cordura de tocar la puerta, yo estaba sentado intentando leer. Ella se detuvo detrás y dijo: Tengo una pregunta para ti. ¿Sigues enamorado de tu ex novia?
Respiré y le dije: No, mi amor. Ahora, por el amor de Dios o el Diablo, ¿puedo leer el manuscrito que debo entregar el lunes a la editorial o de lo contrario me van a tirar una patada en mi lindo trasero?
Te prometo que después vamos a cenar, lo que gustes, ¿Ya? Te quiero.
Bry, no quiero que escribas sobre alguna otra chica que no sea yo.
No quiero que escribas otros nombres que no sean el mío. No quiero sentir que amas a otra, no quiero pensar que piensas en otras, no quiero saber que mi chico fantasea con otras mujeres, no me gusta para nada. Hizo una pausa y añadió, ¿Por qué no ejerces tu otra carrera?
La amaba, lo juro. Me levanté de la silla, acomodé el cabello, dejé el manuscrito a un lado, abrí la puerta de la habitación, todo en silencio, hasta decirle: Te acompaño a la puerta.
¿Sabes? Lo dejamos aquí, le dije y nunca volvimos.
Nota: Yo no vuelo, no me enojo y reviento de ira. Simplemente estallo por dentro y me mantengo en silencio, me decepciono por completo y termino la relación.
Me agradaba muchísimo todo lo que hacíamos en la cama, les juro, me había esforzado por caerle bien a sus amistades, iba a las cenas con sus padres y aguanté sus celos enfermizos; pero no pudo comprender a lo que me dedico, ni que fuera un narcotraficante o ladrón, únicamente hago lo que amo y lo único que espero es respeto, ni siquiera comprensión, estoy soñando si lo van a entender, solo respeto.
Fueron siete meses lindos. Cuando quiso volver, no quise. Le dije que andaba imaginando cosas inexistentes y por más que yo demostraba mucho, solo pensaba en todo lo negativo, que, curiosamente, no existía.
Una de las tantas veces que los celos ciegan a las personas, que no dejan que uno haga lo que ama. Yo puedo ser un gran novio, solo pido tres cosas: Demuestra tu amor, respeta lo que hago y vamos a divertirnos en la cama.
Tras la ruptura estuve tranquilo, no soy alguien que anda buscando relaciones, adoro mi soledad y el hecho de estar en paz para poder escribir.

Fin

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