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miércoles, 1 de febrero de 2017

El chico de los DVD

- De regreso a casa me detuve en una tienda de DVD. Al chato le pedí la película Pasajeros protagonizada por mi amor Jennifer Lawrence, la cual ya he visto en el cine; pero deseaba volver a verla en la intimidad de mi habitación y sin que nadie me ande reclamando por siempre preguntar, ¿es hermosa, verdad? ¿Es muy talentosa, ya ves?
Resulta que el tipo no la tenía, entonces pensé en ir a otro lugar y durante el tiempo que duró el trayecto de la tienda del chato hasta la del narizón pensé en el mejor vendedor de DVD que he conocido en mi vida. Un sujeto que trabaja en un mercado lejano a mi casa que frecuentaba cuando estaba con mi ex novia y al cual le compraba películas de toda índole porque, sencillamente, las tenía todas. Curiosamente, compartíamos la misma atracción por JLaw.
Mis ganas de ir hasta allá se escurrieron cuando supuse que esa mujer estaría recorriendo la zona y que al verme podría imaginar que ando tras ella. El lector podría pensar: Barreto, es imposible que ella piense eso, tiene como novio al Brontosaurus vestido como director técnico de segunda división por la cual aclaro: Ustedes solo se dejan llevar por una careta. Si me escribía cuando salía con el tipo, que otras cosas puede hacer.
Debido a ello y para evitarme la fatiga, resolví ir a la tienda del narigón; pero este, tampoco tenía la película.
Ya estaba molesto, quería ir donde el Dios de los DVD; pero ese asuntito me bloqueaba.
Recorrí todas las tiendas de DVD y no hallé la película. Volví a casa frustrado, pensando en la forma de cómo visitar al Jehová de las películas sin que la Monja del Conjuro 2 me vea.
Al llegar a casa recordé que mi hermano tenía Netflix y que se había ido a visitar a un amigo al Callao hace no menos de veinte minutos abordando la Orión 19.
Subí, prendí la tele y vi el conjunto de películas de JLaw (incluyendo Pasajeros) las vi todas en alta definición y me enamoré más.
Como dato curioso y gracioso, la empleada entró de pronto y al verme besando la pantalla, me dijo: Ahora entiendo porque dicen que los escritores están locos y no tienen novia.



Fin

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