Mi nuevo libro

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jueves, 23 de julio de 2015

El escritor

- Ser escritor es complicado, lo escuchaba cuando era niño y uno cuando es infante asimila lo que suele oír; quizá por eso no me dediqué a pleno desde entonces. Sin embargo, durante esa infancia no dejé de escribir diversas historias, mayormente sobre asesinos (es curioso que ya no las escriba) lo que sucede es que siempre me gustaron las películas de terror (nuevamente resulta curioso que no las vea tanto. De repente porque a mi flaca no le gustan). Bueno, escribía sobre asesinos en la parte posterior de un cuaderno. Claro que al final de la historia el asesino era castigado. ¿Dónde estarán esos cuentos? Con mi horrible letra y definitivamente varios errores ortográficos; pero memorables buenos recuerdos que espero volver a leer. En algún lado debo haberlos guardado, lo afirmo porque siempre guardo todo.
Durante la pubertad comencé a escribir cartas de amor, llegó el momento de enamorarme y liberar al romántico empedernido que siempre llevé dentro; pero que únicamente, enamorado, lograba salir a conquistar a la chica, por más cursi que suene, de mis ojos.
Escribiendo cartas se me hacia sencillo expresar mis sentimientos, debido a que siempre fui tímido; cuando la chica leía una carta sabía lo que sentía. Además, ¿Qué más romántico que una carta escrita a puño y letra? Ahora, en tiempos de redes sociales, es mucho más romántico y de mayor valor enviar cartas.
Resulta que enamoraba enviando cartas, a veces como en el cuento “El admirador secreto” (del libro) resolvía esconderme tras una carta, siempre por timidez. Me encantaba plasmar mis emociones escribiendo cartas.
Pasado el tiempo comencé a tener relaciones serias y prolongadas, me fui enamorando en la adolescencia y mis novias descubrieron al chico que demostraba su amor escribiendo y también a quien lo demostraba con acciones. De hecho que fui siendo menos tímido, a veces cuando afirmo serlo suelen reírse y no creerlo. Me da risa, porque me pregunto, ¿Cómo es la vida, no? Cuanto uno llega a cambiar para bien o para mal.
Todavía escribía cartas; aunque prefería demostrar mis sentimientos a base de acciones, aparte, la chica lo exigía (claro que sin decirlo) y las cartas formaron parte de un segundo plano.
Por otro lado, empezaba a tener en mente la idea de un libro, lejana todavía, poco planeada, a veces apareciendo en la cabeza, más que todo en la madrugada; pero no movía ningún dedo para realizarlo, solo la imaginaba durante algunos minutos.
Para entonces escribía historias basadas en situaciones que vivía junto a mis amigos. Íbamos a reuniones y fiestas y participábamos en distintos acontecimientos, logrando así, obtener varias anécdotas. Todas sumamente chistosas y peculiares. Fue tanto lo que vivimos que decidí escribir las anécdotas y compartírselas a los mismos protagonistas enviándoselas a sus respectivos correos.
Algún tiempo después, digamos, un par de años, en el tiempo que estuve solo, me dediqué plenamente a la creación de un Blog donde publiqué todas las historias que enviaba por correo. Además, comencé a publicar cuentos de diversos temas, logrando así, la mayor obtención de lectores, ya no eran solo mis amigos, ahora mucha más personas.
Fue tanta la concentración de lectores que tuve que llegué a obtener más de 50 mil visitas. Realicé videos cada mil visitas y como el Facebook empezaba a ser útil publicaba el link del Blog ahí para que se hiciera más sencilla la llegada de otros lectores.
Ante tanta acogida me animé, definitivamente, a publicar un libro.
“Mis demonios y yo” contaba las diversas experiencias y anécdotas que viví junto a mis amigos, algunas historias fueron recogidas de mi bandeja de correo electrónico (supuestamente mejoradas) y otras fueron creadas exclusivamente para el libro, reviviendo así otra cantidad de vivencias.
Fue un libro auto publicado, saqué un tiraje de cien y aunque al inicio vendí la mitad con rapidez, después quedé estancado.
Sin embargo, terminé por vender y regalar el resto de los ejemplares quedándome con algunos (y uno en especial que lleva la firma de todos los personajes).
Tuvo que pasar un buen tiempo para volver a publicar un libro.
Esta vez, sabiendo lo necesario y con algunos talleres de escritura encima, me aventuré a otra travesía.
Volví a mis origines para quedarme ahí para siempre. Nuevamente escribí historias de amor, esta vez mucho mejor estructuradas.
Ayudado por los talleres en los que aprendí diversos detalles pude construir un libro basado en cuentos y reflexiones, el mismo que titulé: “Una noche, una musa y un teclado” sintiéndome orgulloso al culminarlo.
Respaldado por una pequeña pero muy ambiciosa editorial comenzamos la travesía logrando establecerme en una librería y en sus distintas sucursales.
Logré el sueño de ver mi libro en el escaparate de la librería, especialmente en la sección de novedades. Fui feliz.
Luego, estuve en La feria del libro y todo se volvió extraordinario, mis sueños empezaron a hacerse realidad.
Llevo bastante tiempo en aquella librería, el libro se vende bien, no me puedo quejar, hay meses en las que las ventas se disparan y otros que son a cuenta gotas, es relativo, definitivamente.
He aprendido algunas cositas que voy a realizar cuando vuelva a publicar un libro, cosas para sumar, no tanto para restar. Detalles que me ayudarán a incrementar las ventas posicionando el libro en otras librerías.
Pienso también que mi deseo es lograr internacionalizarme como tal, es decir; tener el libro en librerías de otros países y no tanto venderlo y enviarlo como he estado haciendo últimamente.
No me puedo quejar, el libro se ha enviado a muchos países, los cuales son: México, Argentina, Estados Unidos, Chile, Bolivia, Guatemala, Costa Rica, Colombia, etc. Es asombroso como ha podido caer en dichos lugares; aunque lo preferible es lograr venderlo en dichas tiendas y ando trabajando en eso, estoy seguro que en la siguiente publicación voy a poder estar en muchos países, es mi más grande anhelo para el siguiente año; no obstante, debo también ganarme al publico de mi país.
Pienso que poco a poco estoy avanzando, gracias a los talleres que he recibido he logrado mejorar en mi escritura.
Ahora trabajo en una novela -la cual todavía no le comento a nadie sobre la trama; pero casualmente la estoy terminando y cuando lo haga voy a tener que compartirla con algunos críticos de confianza para recibir opiniones honestas y constructivas-. Esta novela es lo mejor de mí, aparte y con gran valor, es una historia que me fascina contar, al punto que tardé bastante en animarme a escribirla.
Pero, bueno, mientras se vende el actual libro, voy escribiéndola.
Mi vida de escritor es esta. Soy una persona que le encanta mejorar, me gusta escuchar opiniones que me ayuden, nunca me he desanimado a dejar esto, ¿la razón?, amo lo que hago. A veces es complicado, no te voy a mentir, existen muy buenos escritores y otro centenar de libros comerciales; pero siempre hay espacio para los nuevos y para uno que quiere ir avanzando y abriéndose camino.
Mis obras son honestas, describo sentimientos y emociones, cuento mis experiencias y vivencias, disfruto compartirlas.
Este es un camino que adoro; aunque a veces mi libro no se venda como los otros ni tampoco vayan a hacer una película de alguno de ellos, estoy seguro que voy a seguir amando lo que hago y siempre trabajando por mejorar en la escritura, eso es lo importante.
Mantengo la humildad de querer dar lo mejor de mí y poco a poco abro camino y me hago un espacio en el mundo de la literatura.
Es más, ahora que estudio Literatura todo me asienta mucho mejor, las letras es lo mío, siempre debí saberlo; pero nunca fue tarde y ahora gozo de cada momento que paso escribiendo.
Yo soy Bryan, escribir es lo que amo y pienso realizarlo siempre. Voy a vivir disfrutando de mis sueños, tener un centenar de obras, conocer miles de lectores y ver mis libros en todas las librerías y mesas de noche de todo el planeta porque estoy decidido a lograrlo, con humildad, paciencia y sobre todo pasión.

Fin.


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