Mi nuevo libro

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lunes, 28 de septiembre de 2015

Géneros musicales

- Me encantan las baladas, siempre ha sido mi género musical favorito. Tanto en la computadora y el celular tengo una gran diversidad de canciones románticas de distintos cantantes. 
Suelo escucharlas y cantar por momentos mientras escribo o a veces mientras ando en auto para relajarme del tráfico y en tantas ocasiones con los audífonos bien puestos y aventurándome en un bus o deambulando por las calles, tarareando y pensando en distintas situaciones, de las cuales, seguramente trataré de escribir.
Actualmente intento cambiar de aires, quizá, adoptar algunos otros estilos, no de forma abrupta, por supuesto, solo para pasar el rato, por ello le dije a mi buena amiga Fio que me recomendara algunas buenas canciones, debido a que ella se inclina por el Rock.
Es curioso, si la conoces no te percatas que toca la guitarra y visita tocadas y demás. De hecho, no lo sabía hasta que la vi con ese look de rockera, que aunque no se lo dije, se veía muy guapa. Aparte, combina muy bien la chaqueta negra con los zapatos y los jeans rasgados, junto a ese cabello alborotado y los ojos bien negros. Me percato que la describo como es, llevamos tiempo en distintos talleres y nos hemos hecho buenos amigos, eso me alegra porque fueron tiempos de escases de los mismos. He ido perdiendo o mejor dicho, abandonando, amigos y conocerla se hizo reconfortante. Una de las tantas razones es que adora escuchar, virtud que muchos han olvidado.
Bueno, volviendo al tema. Ella me sugirió algunas canciones de su género predilecto, inclusive, se dio el tiempo de buscar algunos temas de esos que dijo etiquetar como bravazos. Gustoso, accedí a su amabilidad y comencé a oír las canciones llegando a la conclusión que me resultaron bravazas, tal cual lo dijo.
Quise sugerirle que oyera una de Arjona; pero no quiso, entonces tuve que insistir hasta acceder.
¿El resultado? Le gustó Acompáñame a estar solo. Ella creyó que lo que la gente suele pensar: Que no tiene buenas letras; pero existen algunas que si valen la pena oír. Luego escuchó Desnuda y también le agradó. Fue curiosa la manera como intercambiamos gustos musicales siendo tan distintos.
Aquello sucedió antes de iniciar el curso que llevamos juntos, saliendo nos pasamos canciones por WhatsApp y durante el camino oí las que me recomendó para aprenderme las letras.
No se sorprendan si publico fotos en conciertos de Rock, es solo que me dio por incursionar en nuevos horizontes, solo por curiosear y pasar el rato. Siempre es bueno.

Fin


domingo, 27 de septiembre de 2015

Te amo

- Te amo, le dijo mirándola a los ojos. Ella sonrió e inmediatamente respondió, yo también te amo. Llevaban treinta días de enamorados.
¿Cómo puedes amarlo tan pronto?
Se podría decir tanto, fundamentar y explicar con infinidad de testimonios; pero ninguno estaría acertado. Las dos personas que lo saben son quienes lo viven.
Es como si sintieran que se conocen de tiempo, el hecho de pasarla extraordinario y llegar a sentir una gran cantidad de emociones y sensaciones conlleva a enamorarse con rapidez y por ende, sentir que se ama. O sea, es real. No existe argumento que pueda refutar esa realidad que ambos sienten en ese preciso instante.
Válgame Dios, puedo no andar en amoríos; pero nunca voy a dejar de creer en el amor y quizá, alguna vez lo intente de nuevo.

Beso

- Lo único que te voy a pedir es que cuando estés conmigo te sueltes el cabello. Deja caer su melena ondulada por los hombros y realiza un natural movimiento de cuello sin saber que me encanta. 
Sintonizo una de Sabina y me acomodo a su lado para enseguida acercarme y olerle el cabello sin que dijera nada. Me encanta, se lo hago saber y sonríe. Tararea la canción, le canto un par de párrafos al oído al tiempo que débilmente muerdo su oreja y luego aspiro el aroma de su cuello, le da un hormigueo sensual, me gusta. 
Me encantas, le digo, sonríe y añade, y tú a mí, me encantas. Entrelazo mi brazo por su cuello y la miro a los ojos, se ruboriza. 
¿Sabes que puedo detener el tiempo? No me entiende al inicio. Enseguida, la beso y luego le digo, ¿Lo notaste? Abre los ojos y anonadada responde dándome un beso.





miércoles, 23 de septiembre de 2015

Yo

- Soy el tipo que te va a invitar a tomar un café, no un trago. Quien te va a mirar a los ojos mientras hablas y no a los pechos sin atender. El sujeto que te pregunte si deseas ser mi novia antes de darte un beso. Y voy a terminar acurrucado a ti luego de hacer el amor. Escribiré cartas, no solo publicaré en tu muro, escucharé y comprenderé, confiaré y respetaré y seremos mundos distintos que convergen ahora y dos corazones que palpitan al mismo tiempo. Te diré que te amo y lo voy a demostrar.
Si aceptas empecemos a escribir esta novela que charlando contigo corro riesgo de enamorarme.
Me describo un poco y reflejo mi libro al mismo tiempo.
Mi libro “Una noche, una musa y un teclado” contiene textos de amor, reflexiones, cuentos y frases, de venta en Lima, pero lo puedo enviar a cualquier parte del mundo.

Abrazo grande.


Instantes eternos

- Mientras esperaba el bus vi a una pareja de enamorados acurrucados sobre la banca de un parque miraflorino. Pensé, el amor en su más sublime expresión. 
El brillo en ambas sonrisas era único, puedo afirmar que se trataba de alegría pura. Ella lo miraba y él acariciaba su mejilla. Vi un beso y luego volví a verlos sonreír, pareciera como si solo hicieran eso.
Resolví ponerles nombres, me gusta imaginar historias. Creí que tal vez, esa enorme mochila a un lado significaba el hecho de una posible próxima partida; pero, no se enfocaban en eso, sus sonrisas evidenciaban un amor transparente y sincero. 
Quizá, se trataba de un reencuentro. Y por eso dicha emoción y entusiasmo. 
Ya los veía parados y abrazados a un lado de la banca, intercambiando palabreo bonito, mirándose y olvidándose del mundo, del universo, de repente de cuantos problemas puedan tener o cuantas situaciones complicadas tengan que vivir.
Enfocándose únicamente en vivir ese instante.
Me percaté de un bolso de regalo con imágenes de corazones y pensé enseguida que se trataría de un aniversario (un mes, un año, un compromiso, de repente el simple y maravilloso hecho de tener un detalle) y liberé un suspiro. 
La pareja empezó a danzar levemente sobre sus ejes, él la sujetó de la mano y ella siguió el paso a un -quizá, imperfecto vals- pero hermoso a la misma vez. ¡Qué le iban a interesar que los mirasen!
Tal vez, hayan fugado por un breve tiempo de sus respectivas universidades, institutos, academias, para encontrarse en dicho lugar, -su favorito, o tal vez, hacen de cualquier lugar su predilecto- olvidando las diferencias entre familias, el tiempo que no se ven por parciales o bimestrales, tal vez por el trabajo, quizá por la falta de permiso, sea cual sea el motivo, sentí que vivían el momento a plenitud y sentí un extraño orgullo, una fuerza en mi corazón, unas ganas de ver a mi novia y decirle que la amo. 
¡Sí, me sentí inspirado! Me dije a mi mismo que llegaría a casa y no dejaría de escribir, porque esto -ellos- son la razón porque me gusta escribir sobre el amor.
Tal vez, Daniel y Lucia, como les puse, se vayan a separar en unos minutos; pero ni siquiera piensan eso, quizá, ni se extrañen porque van a llevarse ese momento a cada lugar y por más problemas, situaciones complicadas o irregularidades en lo cotidiano que intenten ahogarlos, van a tener la convicción de encontrarse y vivir un breve momento en donde van a ser completamente felices.

Fin

Ese lugar

- Volví. Atravesé la ancha reja negra y me detuve un instante a observar el panorama. Desolado como nunca lo imaginé, acongojado por su ausencia era el retrato del lugar. Van casi diez años que no está y parece que todos decidieron marcharse cuando supieron que se fue sin despedirse. Pisé un arenoso parque recordando que alguna vez tuvo un obelisco y brillaban las rosas. Parece que el tiempo deshizo el lugar; pero fue su desaparición la colisión que conllevó a la soledad. Nada era como un lejano 2005.
Pero allí estaba yo, distinto por el físico que madura con los años; sin embargo, recordando como si el tiempo nunca pasara. Como si jamás me hubiese detenido a contar lo que siento, como si nadie supiera que los viernes voy a visitarla donde imagino que todavía puedo hallarla.
Elevé la mirada y caminé hacia su casa. Al tercer paso vi florecer las rosas, se abrieron destellando belleza y luciendo un brilloso jardín. El obelisco reflejaba el rojo y negro recién pintado, un buen vecino me agitaba la mano y vi sonrisas entre señoras platicando.
Toqué el timbre y me detuve en el banco pulido. Ella salió de inmediato como supiera que los dos sonidos rápidos fuesen mi señal. Corrió hacia mí y nos abrazamos. ¡Sí, detuvimos al tiempo!
El castaño de un ondulado cabello brillaba con intensidad, el pardo de sus ojos reflejaba el rostro de quien escribe, la sonrisa sincera y luminosa nunca antes la he vuelto a ver y es posible que jamás regrese a verla. El abrazo duró lo que deseamos que dure, millones de años en un momento.
Efímero como el rocío de una rosa fue el instante de ese viernes por la tarde adonde suelo ir a imaginar que todavía se encuentra ahí.
Es como si la vida y la muerte resolvieran asuntos pendientes, es como si escribiendo podría hacerla inmortal.
Tal vez, en algún lugar de mi mente el marchito lugar todavía permanece intacto. Quizá, lo imagino renacer cada vez que vuelvo.

Frase 28

- Estoy completamente enamorado de ti; pero eso no quiere decir que aguante una infidelidad. Me encanta tu personalidad; pero no voy a soportar que me acuses sin razones ni motivos. Disfruto compartir el tiempo a tu lado; pero entiende que a veces necesito mi espacio. Si yo confío en ti, ¿Por qué tú no en mí? 
Vayamos en la misma dirección, no de reversa, el pasado está atrás. ¡Sigamos para adelante!

- Espero que puedan leer el libro.