Una graciosa anécdota

- Llego a la librería como un lector cualquiera que anhela adquirir un libro. 
La señorita que atiende se acerca y pregunta, ¿Busca alguno en particular?. Sí, busco un libro llamado “Una noche, una musa y un teclado”, de un tal Bryan Barreto.
Me quise reír en ese momento pero, resolví mantener la serenidad. 
Sígame, por favor. Avanzo detrás de ella hasta llegar a un mostrador en donde se encontraba dicho libro. Lo sujeta y observa la foto del autor. Me mira entonces, entre confundida y sorprendida, como quien sospecha algo.
Me sentí muy nervioso en ese instante y la risa quería salir de inmediato. Pero, acoté: Esta muy bien, ya regreso.
Al salir de la librería no dejé de reír por la ocurrencia realizada mientras caminaba por la Av. Comandante Espinar 219 como quien intenta realizar la técnica del cliente misterioso.
El rostro anonadado de la chica se lleva todos los créditos.
Que gracioso, definitivamente. Ahora les toca a ustedes ir pero a comprarlo.