- Debo volver al 2009 para escapar y no volver. Para alejarme un par de metros, para no entrar a ese lugar, para no ir a caminar, para no deslumbrarme, para no aceptar, para no llegar, para no esperar más de veinte minutos, para descender del bus a medio camino, para no avanzar a velocidad, entre nervioso y ansioso, rumbo al paradero, para evitar decir, sí, para no responder la conversación, para no recordar donde la vi. Necesito volver para no estar haciendo nada y evitar hacer lo que hice. Debo volver y evitarlo. Debo volver y decir, no.
Fin
Mi nuevo libro

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domingo, 10 de julio de 2016
viernes, 8 de julio de 2016
Me gusta esa mujer
- Me gusta esa mujer. Su movimiento de cabello, el olor que brota de ellos, la manera irónica como sonríe, el hecho de leer versos de Bécquer sin esconderse. Esa fascinación por crear historias asombrosas y esa locura tan como la mía, de convertirse en los personajes. Y si me gusta como besa es porque me lleva a otro planeta y si adoro sus abrazos es la calidez en la que me encuentro. Esa mujer me atrapa con su aura, como si su naturaleza fuese tan encantadora que no necesito ir a ningún lado, tan solo quedarme a escucharla contar historias sacadas de universos imaginarios y hacerlas suyas a la misma vez. Riesgos hay muchos; pero por ahora, solo tengo uno, caer rendido ante ella.
Fin
Fin
Frase 90
- El físico es importante, te llama la atención la pinta; pero luego resulta ser hueca o tiene amores de una noche. Entonces, esa atracción se vuelve irrelevante.
En otro sentido, resulta ser amorosa o divertida, amable y atenta u otras características que agradan y enamoran. Entonces, el físico, curiosamente, también se vuelve irrelevante. Claro que vale resaltar sus bondades físicas; pero las que te tiene ardiendo de amor son las intrínsecas. Es su personalidad.
En otro sentido, resulta ser amorosa o divertida, amable y atenta u otras características que agradan y enamoran. Entonces, el físico, curiosamente, también se vuelve irrelevante. Claro que vale resaltar sus bondades físicas; pero las que te tiene ardiendo de amor son las intrínsecas. Es su personalidad.
jueves, 7 de julio de 2016
¡Ya casi 30!
- A veces se me olvida que voy a cumplir 30 años; pero siempre existe el bromista que lo repite. Además, mis contemporáneos ya los cumplieron y vienen a decirme con humor: Eres el siguiente, no te escapas de esta.
En eso, la imagen del sujeto que fui aparece en mi mente, tantos cambios -no solo de look- he atravesado y puedo afirmar con honestidad que de todo lo que hecho hasta hoy solo me arrepiento de algo, es una completa ironía, de no haberlo hecho, no hubiera sido quien soy ahora. Lejos de ello, pienso y siento que estoy dejando de lado algunas aficiones y otras situaciones que llegan a aburrirme o simplemente son reemplazadas, es así. Ahora uno piensa en eventos realmente importantes y se dedica al hecho de desarrollarlos, lo llaman madurar, yo diría que es algo natural, lo veo normal, hasta como un instinto, como despertar y saber que tienes que hacerlo y ya te olvidas de las otras cosas que hacías. Recuerdo cuando que hace poco nomas alguien me dijo: Te has vuelto un tipo muy serio. No serio en el sentido de andar sin sonrisa, sino que tomo las cosas con mayor seriedad y las que tomaba con seriedad le he incrementado el nivel de seriedad. Es parte de la vida, de crecer y todo ese rollo que me gusta y disfruto.
En una anécdota personal, recuerdo que hace muchos años, una pareja me dijo, antes de terminar conmigo: Yo ya tengo 30 años, tú tienes tus 19. Andas bebiendo, fumando y descubriendo quien sabe qué junto a tus amigos que llamas demonios. Yo no estoy para eso; pero no puedo adelantar tus etapas. Ve, sigue explorando y haciendo todo que haces que no tengo que mencionarlo y cuando llegues a esta etapa, quizá, me busques.
Ahora la entiendo; pero no voy a buscarla jajaja. Solo parafraseo su argumento antes de cortarme.
Y si, luego fui a beber, a hacer lo que no mencionó y me divertí muchísimo. Era lo que quería. Ahora, naturalmente, estoy en otra etapa y busco lo que ella en su momento.
En fin, falta poco para mis 30, no me aterra, lamentablemente, ya nada me aterra, ahora todo lo disfruto con el lema, “hay que vivirla con pasión” y eso es lo que hago.
Fin
En eso, la imagen del sujeto que fui aparece en mi mente, tantos cambios -no solo de look- he atravesado y puedo afirmar con honestidad que de todo lo que hecho hasta hoy solo me arrepiento de algo, es una completa ironía, de no haberlo hecho, no hubiera sido quien soy ahora. Lejos de ello, pienso y siento que estoy dejando de lado algunas aficiones y otras situaciones que llegan a aburrirme o simplemente son reemplazadas, es así. Ahora uno piensa en eventos realmente importantes y se dedica al hecho de desarrollarlos, lo llaman madurar, yo diría que es algo natural, lo veo normal, hasta como un instinto, como despertar y saber que tienes que hacerlo y ya te olvidas de las otras cosas que hacías. Recuerdo cuando que hace poco nomas alguien me dijo: Te has vuelto un tipo muy serio. No serio en el sentido de andar sin sonrisa, sino que tomo las cosas con mayor seriedad y las que tomaba con seriedad le he incrementado el nivel de seriedad. Es parte de la vida, de crecer y todo ese rollo que me gusta y disfruto.
En una anécdota personal, recuerdo que hace muchos años, una pareja me dijo, antes de terminar conmigo: Yo ya tengo 30 años, tú tienes tus 19. Andas bebiendo, fumando y descubriendo quien sabe qué junto a tus amigos que llamas demonios. Yo no estoy para eso; pero no puedo adelantar tus etapas. Ve, sigue explorando y haciendo todo que haces que no tengo que mencionarlo y cuando llegues a esta etapa, quizá, me busques.
Ahora la entiendo; pero no voy a buscarla jajaja. Solo parafraseo su argumento antes de cortarme.
Y si, luego fui a beber, a hacer lo que no mencionó y me divertí muchísimo. Era lo que quería. Ahora, naturalmente, estoy en otra etapa y busco lo que ella en su momento.
En fin, falta poco para mis 30, no me aterra, lamentablemente, ya nada me aterra, ahora todo lo disfruto con el lema, “hay que vivirla con pasión” y eso es lo que hago.
Fin
miércoles, 6 de julio de 2016
Tal vez, quizá
- Tal vez si hubiéramos afinado algunos desajustes. Quizá, si los egos se hubieran puesto a un lado. Posiblemente si en lugar de desafiarnos nos íbamos a las distintas esquinas, reflexionado y vuelto. De repente, si las diferencias no hubieran tenido tanto énfasis y los diálogos sí. Si fuésemos menos explosivos.
Si ganamos guerras a la rutina, ¿Por qué nos derrotamos nosotros mismos? Si fuimos capaces de superarlo todo, ¿Por qué no fuimos capaces de evitar destruirnos?
Si aceptabas mis sugerencias, si realizaba tus anhelos, si luchábamos contra el enemigo no siendo nosotros el enemigo.
A veces el peso del tiempo termina por hundirlo todo, a veces lo ayuda el desgano y las mentiras. Debimos inyectarnos convicciones y desgarrarnos la piel hasta vernos honestos. Debimos creer una vez más y no pensar ciegamente que el siguiente paso es el abismo infinito, sino otro escalón.
¿Qué nos pasó? Pregunta él abriendo los brazos y con una sonrisa irónica de medio lado. Ella se mantiene muda en la silla contigua. Llevan tiempo separados, tuvieron otras parejas que no llegaron a ninguna parte; pero, ¿todavía llega a existir un sentir? De lo contrario, no habrían decidido encontrarse.
Fin
Si ganamos guerras a la rutina, ¿Por qué nos derrotamos nosotros mismos? Si fuimos capaces de superarlo todo, ¿Por qué no fuimos capaces de evitar destruirnos?
Si aceptabas mis sugerencias, si realizaba tus anhelos, si luchábamos contra el enemigo no siendo nosotros el enemigo.
A veces el peso del tiempo termina por hundirlo todo, a veces lo ayuda el desgano y las mentiras. Debimos inyectarnos convicciones y desgarrarnos la piel hasta vernos honestos. Debimos creer una vez más y no pensar ciegamente que el siguiente paso es el abismo infinito, sino otro escalón.
¿Qué nos pasó? Pregunta él abriendo los brazos y con una sonrisa irónica de medio lado. Ella se mantiene muda en la silla contigua. Llevan tiempo separados, tuvieron otras parejas que no llegaron a ninguna parte; pero, ¿todavía llega a existir un sentir? De lo contrario, no habrían decidido encontrarse.
Fin
lunes, 4 de julio de 2016
Un sueño extraño
- Dicen que cuando cuentas un sueño, no ocurre en la realidad. Por eso voy a compartirlo.
Detuve el auto en una esquina, mi novia iba de copiloto y quería comprar algo en un restaurante de comida rápida, bajamos los dos, ella entró y yo lo hice después.
Al entrar la vi sentada con el catálogo de comidas, no recuerdo que pidió, solo sé que la chica que nos atendió me miraba de forma extraña como alguien que te conoce y espera que tú también lo reconozcas.
Tanto en los sueños como en la realidad, cuando estoy con mi novia no observo a otras mujeres.
Pues, al momento de salir del lugar, la chica que me miraba salió también, para ese instante mi novia estaba entrando al auto y esta chica extraña repitió mi nombre. Pensé, ¿Quién podría ser? Y antes de pronunciar palabra alguna, arremetió contra mí de la siguiente manera: O sea, vienes a comprar unos tacos y luego te vas sin ni siquiera preguntar por tu hija. Me fui para atrás, mi novia escuchó los reclamos y a pesar que en la realidad no actúa así, salió a encarar la situación. Yo estaba completamente confundido.
¿No te acuerdas, no? ¿Guadalajara 2015? Decía esta chica, pero no era mexicana (no tenía el acento) pero hablaba de una ciudad de México, eso me resultaba extraño dentro del sueño. Nunca he estado en México (de repente en el sueño, sí). Enseguida, le pedí calma; pero para mala fortuna, salió el dueño, quien también arremetió contra mí diciendo: Eres tan cara de palo que vienes con tu esposa a mi restaurante. Yo no dejaba de estar sorprendido. Mi novia estaba enojada, quería saber más, entonces, ellos empezaron a hablarle de todo, mientras que yo no dejaba el asombro.
En otra escena, ambos estamos conversando dentro del auto, el clima es tenso, ella me cree, yo sigo confundido, pero me estoy riendo por lo ocurrido, ella esta pensativa a pesar de confiar en mí y yo le estoy diciendo que resolveremos es completa locura.
Desperté asustado a eso de las siete y media, de inmediato, dije: ¿Cuándo he ido a México? Bueno, pienso ir; pero no a dejar descendencia, salvo mi libro. En fin, solo fue un sueño, divertido ahora, locazo dentro de sí.
Fin
Detuve el auto en una esquina, mi novia iba de copiloto y quería comprar algo en un restaurante de comida rápida, bajamos los dos, ella entró y yo lo hice después.
Al entrar la vi sentada con el catálogo de comidas, no recuerdo que pidió, solo sé que la chica que nos atendió me miraba de forma extraña como alguien que te conoce y espera que tú también lo reconozcas.
Tanto en los sueños como en la realidad, cuando estoy con mi novia no observo a otras mujeres.
Pues, al momento de salir del lugar, la chica que me miraba salió también, para ese instante mi novia estaba entrando al auto y esta chica extraña repitió mi nombre. Pensé, ¿Quién podría ser? Y antes de pronunciar palabra alguna, arremetió contra mí de la siguiente manera: O sea, vienes a comprar unos tacos y luego te vas sin ni siquiera preguntar por tu hija. Me fui para atrás, mi novia escuchó los reclamos y a pesar que en la realidad no actúa así, salió a encarar la situación. Yo estaba completamente confundido.
¿No te acuerdas, no? ¿Guadalajara 2015? Decía esta chica, pero no era mexicana (no tenía el acento) pero hablaba de una ciudad de México, eso me resultaba extraño dentro del sueño. Nunca he estado en México (de repente en el sueño, sí). Enseguida, le pedí calma; pero para mala fortuna, salió el dueño, quien también arremetió contra mí diciendo: Eres tan cara de palo que vienes con tu esposa a mi restaurante. Yo no dejaba de estar sorprendido. Mi novia estaba enojada, quería saber más, entonces, ellos empezaron a hablarle de todo, mientras que yo no dejaba el asombro.
En otra escena, ambos estamos conversando dentro del auto, el clima es tenso, ella me cree, yo sigo confundido, pero me estoy riendo por lo ocurrido, ella esta pensativa a pesar de confiar en mí y yo le estoy diciendo que resolveremos es completa locura.
Desperté asustado a eso de las siete y media, de inmediato, dije: ¿Cuándo he ido a México? Bueno, pienso ir; pero no a dejar descendencia, salvo mi libro. En fin, solo fue un sueño, divertido ahora, locazo dentro de sí.
Fin
domingo, 3 de julio de 2016
¿Alguien dijo marihuana?
- A veces no le agradas a la mejor amiga de tu pareja y podría resultar normal; pero, no caerle al mejor amigo, eso sí resulta tedioso. Esta historia tiene que ver con eso y resulta graciosa.
La novia de mi amigo Carlos, le comenta que su mejor amigo, le ha pedido que le guarde una suma importante de marihuana debido a que en su casa van a realizar una inspección y de encontrar dicha droga podrían llevarlo a rehabilitación. Ella como toda buena amiga, le hizo el favor.
Esperaba a Carlos en la cola de la discoteca Noctambul, allá por el 2005, me encontraba con un par de amigas y otro colega.
Allá por La Molina, Carlos se encontraba junto a su novia, una chica muy celosa y posesiva, le había dicho que no salga porque andaba mucho de fiesta en fiesta y debía de darle un tiempo a ella. Carlos accedió -pero no me lo dijo, me dijo que nos encontraríamos a las once de la noche en la entrada de la discoteca-.
Después de hacer el amor en la cama de sus viejos -situación que para mi mala suerte tuve que saber- le pidió un vaso con agua. Ella fue a la cocina con su camisa puesta mientras que él se sumergió en su habitación en busca de la droga. Al hallarla la guardó en su calzoncillo talla small.
Tú sabes, Bryan, uno se siente agotado luego de estar horas en el ring de las cuatro perillas, me contó después. La dejé durmiendo y me fui, añadió con una sonrisa gigantesca.
Carlos salió de la casa de su chica de una manera muy sigilosa, ella le había dicho que sus padres salieron de viaje y no vendrían en un par de días. Por esa razón quise decirle: Eres recontra pavo para venir a esta estúpida discoteca, repleta de gente desconocida y sudorosa, que andan diciendo “manyas, o sea, alucina” en lugar de quedarte haciéndola linda con tu flaca; pero no, simplemente, lo recibí como quiso que lo recibieran, con los brazos abiertos y sonriendo.
Noté que sus ojos parecían dos faros de camión en plena carretera y de madrugada. Quiso proporcionarme un poco y admito que no me negué, tampoco lo hicieron las dos chicas y mucho menos mi colega, un tipo más sano que un vaso de leche a quien invité a divertirse un rato.
Es más, ni siquiera entramos a la discoteca, nos fumamos toda la hierba en un parque cercano y bebimos tequila hasta el manto.
Naturalmente, por la tarde, todos en sus respectivas casas y en estado de completa resaca se encontraban tranquilos, mientras que el buen Carlos se hallaba en una situación complicada. Su novia le había hecho un reclamo de aquellos, aparte de borracho, le dijo drogo y aparte de borracho y drogo, lo dejó. Pero, Carlos, me llamó por teléfono y entre su aún borrachera, me dijo: Lo cague a ese huevonazo, me fumé toda su hierba. Yo solo atiné a reír.
Al final no sé quien perdió, Carlos o el sujeto, porque al tipo lo internaron de igual manera y Carlos perdió a su chica; pero no le voy a quitar méritos, volvieron a la semana y no vi a Carlos durante una buena temporada, a veces lo llamaba para decirle: Oye, pisado, baja a beber pues.
Ayer nos acordamos de esta anécdota y quise, irreparablemente, tener que compartirla.
Fin
La novia de mi amigo Carlos, le comenta que su mejor amigo, le ha pedido que le guarde una suma importante de marihuana debido a que en su casa van a realizar una inspección y de encontrar dicha droga podrían llevarlo a rehabilitación. Ella como toda buena amiga, le hizo el favor.
Esperaba a Carlos en la cola de la discoteca Noctambul, allá por el 2005, me encontraba con un par de amigas y otro colega.
Allá por La Molina, Carlos se encontraba junto a su novia, una chica muy celosa y posesiva, le había dicho que no salga porque andaba mucho de fiesta en fiesta y debía de darle un tiempo a ella. Carlos accedió -pero no me lo dijo, me dijo que nos encontraríamos a las once de la noche en la entrada de la discoteca-.
Después de hacer el amor en la cama de sus viejos -situación que para mi mala suerte tuve que saber- le pidió un vaso con agua. Ella fue a la cocina con su camisa puesta mientras que él se sumergió en su habitación en busca de la droga. Al hallarla la guardó en su calzoncillo talla small.
Tú sabes, Bryan, uno se siente agotado luego de estar horas en el ring de las cuatro perillas, me contó después. La dejé durmiendo y me fui, añadió con una sonrisa gigantesca.
Carlos salió de la casa de su chica de una manera muy sigilosa, ella le había dicho que sus padres salieron de viaje y no vendrían en un par de días. Por esa razón quise decirle: Eres recontra pavo para venir a esta estúpida discoteca, repleta de gente desconocida y sudorosa, que andan diciendo “manyas, o sea, alucina” en lugar de quedarte haciéndola linda con tu flaca; pero no, simplemente, lo recibí como quiso que lo recibieran, con los brazos abiertos y sonriendo.
Noté que sus ojos parecían dos faros de camión en plena carretera y de madrugada. Quiso proporcionarme un poco y admito que no me negué, tampoco lo hicieron las dos chicas y mucho menos mi colega, un tipo más sano que un vaso de leche a quien invité a divertirse un rato.
Es más, ni siquiera entramos a la discoteca, nos fumamos toda la hierba en un parque cercano y bebimos tequila hasta el manto.
Naturalmente, por la tarde, todos en sus respectivas casas y en estado de completa resaca se encontraban tranquilos, mientras que el buen Carlos se hallaba en una situación complicada. Su novia le había hecho un reclamo de aquellos, aparte de borracho, le dijo drogo y aparte de borracho y drogo, lo dejó. Pero, Carlos, me llamó por teléfono y entre su aún borrachera, me dijo: Lo cague a ese huevonazo, me fumé toda su hierba. Yo solo atiné a reír.
Al final no sé quien perdió, Carlos o el sujeto, porque al tipo lo internaron de igual manera y Carlos perdió a su chica; pero no le voy a quitar méritos, volvieron a la semana y no vi a Carlos durante una buena temporada, a veces lo llamaba para decirle: Oye, pisado, baja a beber pues.
Ayer nos acordamos de esta anécdota y quise, irreparablemente, tener que compartirla.
Fin
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