- Hoy
oí a alguien decir: ¡Me eliminó del Facebook! No sé porque lo hizo, si nunca
mando indirectas a nadie, solo comparto memes y algo de mi vida diaria.
Andábamos
en el mismo paradero, sus palabras eran dramáticas como si el gato no hubiera
vuelto desde ayer, entonces me hizo entrar en una profunda reflexión: ¿Tan
grave es que te borren del Facebook? Para ser honesto, nunca me doy cuenta de
ese detalle.
La
gente va y viene, participa dando reacciones y comenta un rato. Todo bien, uno
recuerda sus nombres y genial, se hacen parte del círculo de redes; pero de ahí
a hacer un drama porque te eliminan, se me hizo curioso.
Quise
seguir oyendo.
Yo
le daba corazoncito a sus fotos, comentaba como si fuera su tía a cada una de
sus publicaciones y compartía sus memes, no sé porque me borró.
La
muchacha parecía estar entrando en una especie de histeria.
Algo
totalmente raro para mí, quien no soy de las personas que dramatizan
rotundamente con facilidad, aunque conozca a mucha gente así y pienso que es
totalmente normal dependiendo de la personalidad; pero ese asunto me resultaba
exagerado.
Pensé,
¿Quién me ha eliminado del Facebook o dejado de seguir? Y el solo hecho de
intentar rebuscar hizo que entrara en una increíble pereza.
Además,
interesa la gente que está, no quienes se van.
Quise
darle un consejo a la señorita, pero hablarle a alguien que no conoces en un
paradero a las 12 del mediodía podría ser incómodo y no me gusta joder a nadie.
Sin
embargo, estaba oyendo todo, -no solo por curioso- sino también porque hablaba
súper fuerte, enterándome de que a muchos les afecta diferente las cosas
banales de la vida.
Por
ejemplo, a mí no me afecta que un árabe raro que me añadió a las redes y mandó
Webcam dejara de seguirme porque se dio cuenta que tengo vello en el pecho.
Pero
sí recuerdo a cada una de las personas que le da like a lo que comparto, entro
a sus biografías en modo off y recuerdo sus caras para saludarlos en la calle.
Aunque, si tengo tiempo, (o sea, estoy modo break) comento y doy like a sus
publicaciones de toda índole.
No
obstante, no me molestaría si me borran, porque entiendo que a veces la gente
decide lo que le venga en gana y todo bien. Tengo mucho respeto por las
decisiones.
Volviendo
al paradero. Esta chica decía: No sé si enviarle un inbox porque seguramente
irá a caer a su bandeja de no deseado ya que es muy cotizado en las redes el cineasta
este.
Quise
decirle: ¿Y si lo llamas? Hey, pelotudo, ¿Por qué me eliminaste? Soy Lau, Mari,
An, Jen, del Facebook, la que no usa filtros y comparte memes, quiero saber la
razón por la cual me borraste. Y listo.
Resolver
los problemas es más fácil de lo que a veces la mente te hace creer.
¿Qué
hago? Aconséjame. ¿Lo vuelvo a agregar? Eso podría herir mi orgullo, dijo en un
acto absolutamente dramático, incluso, llevándose una mano al pecho en señal de
dolor en el corazón.
Le
hubiera dado un premio y asunto cerrado o tal vez contratado para una película porque
los actores peruanos están hasta el perno.
Sin
embargo, en un giro llamativo del asunto, añadió: ¡Lo haré! Voy a volver a
agregarlo ante mi honor de mujer. Lo haré o de lo contrario, dejaré de llamarme
Fátima De los Ríos Choquehuanca.
Sonó
el celular como notificación.
Fátima
De los Ríos Choque – Te quiere agregar.
Acepté
sin pensar y de inmediato me llegó un mensaje: Oye, ¿Por qué me borraste? Yo
siempre le doy like a tus fotos y comparto tus post sobre películas, ¿todo
bien?
Elevé
la mirada y la vi a mi lado con rostro de pocos amigos.
Hola,
¿recién te percatas que todos los días compartimos el bus? Dijo con ojos raros.
Hola,
te acabo de aceptar. ¿No quieres participar en un cortometraje?
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