—Jenn Law,
quiero que sepas que amo cada momento a tu lado y por tal motivo te, ¿te
casarías conmigo? —
—Shi-
responde con una sonrisa. Nos besamos de inmediato, caemos sobre la cama llenos
de pasión y lujuria, desnudamos con rapidez y hacemos el amor como fieras pregunto
salvajes.
— ¡Dios
santísimo! ¿Qué carajos estás haciendo con la pobre perrita? —
escucho el griterío, abro
los ojos y me veo envuelto en una situación comprometedora con mi mascota.
—Te hace
falta una novia o una paja- dice mi tía, quien ha venido a visitar.
Me levanto desanimado, el sueño fue tan perfecto como
irreal, la mascota se baja de la cama con miedo y sacando la lengua, escucho
como bebe agua y luego desciende por las escaleras. No me dirigirá la palabra
durante toda la mañana.
Voy a la ducha, abro el grifo y cae agua helada en
pleno invierno. Maldigo una y dos veces.
— ¿Qué carajos
pasó con el agua caliente? —
pego el grito con furia.
— ¿No te
dijeron? Están haciendo reparaciones en la calle.
Tras bañarme de a chorros y
vestirme absolutamente de negro salgo por la ventana para preguntar acerca del
trabajo con las malditas cañerías, pero observo a una sarta de obreros jugar
póker con apuesta superior a los cien soles por jugada, riendo, bebiendo
cerveza y de lo más distendidos.
—Amigos, una
pregunta, ¿Cuándo van a terminar? —
Detienen el juego, me miran,
se ven entre sí y comienzan a reír desaforadamente.
—El tipo
está preguntando cuando vamos a terminar—
repiten entre risas como una burla muy sarcástica.
— ¿O sea, no
piensan trabajar? —
pregunto.
—Nadie nos
habla así, brothersito—
dicen como coro, ya enojados y retando a que baje.
—Solo quiero
saber si van a trabajar—
—Lo haremos
cuando terminemos este juego—
dicen y siguen en lo suyo.
De repente, la vecina sale
de su casa lista para ir al gimnasio y los obreros despistan su mirada, se
sacan los cascos y silban a la mina.
—Mi amor, estas
más buena que el pan.
—Mi reina,
soy tan poco arroz para todo ese lomo.
—Guapetona,
por ti me divorcio y me caso de nuevo.
Me siento disconforme con la
situación pero resuelvo meterme a la casa.
En el camino hacia el
paradero con dirección a mis clases matutinas de inglés me encuentro con mi
vecino, quien a diferencia de su hermana, es un tipo ultra desagradable, pero
no lo sabe; entonces comienza hablarme de todo un poco y yo por educación y por
estar en la única vía de acceso al paradero tengo que lidiar con sus
falsedades.
Estuardo, como se llama, empieza
a contarme acerca de sus supuestos viajes de negocios.
—Te cuento
porque se nota que quieres saber. Fui a Arabia ‘Sudadita’ a realizar unos
negocios ultra importantes con unos magnates, estos me enviaron los pasajes y
rentaron un auto de altísima gama para moverme por la ciudad. No sabes, es
increíble. Todo es alucinante y las casas están construidas en oro, no hay
pobreza y buenos lomos. Las flacas son increíbles, me comí a algunas, bueno, no
quiero presumir, pero estuve envuelto en varias orgias. ¿Sabes lo que son, no?
Mi querido onanista nocturno. Es una especie de encuentro sexual con varias
nenas únicamente para mí.
Guiña el ojo y sigue: Los
negocios fueron rentables y geniales.
—Oye,
Estuardo. Déjame decirte un par de cosas…
Me mira con los ojitos del
gatito de Sherk y no soy capaz de hablarle con la verdad. Entonces sigue
contándome todas sus mentiras, porque solo ayer por la mañana lo vieron haciendo
cola en un supermercado para comprar por el Black Day.
En la clase de inglés me encuentro
con una ex novia, quien se acaba de inscribir en la misma clase, es una
particularidad que supe manejar por madurez. Ella se acercó y comenzamos a
hablar de la vida y los quehaceres diarios.
Me fue contando acerca de su
novio, un abogado exitoso y guapo, con quien llevaba un tiempo de enamorados.
Dijo, en una de sus tantas frases, que era alto y musculoso, llevaba una
billetera gruesa y hablaba todos los idiomas, por eso quería aprender inglés y
así estar a la altura de su capacidad. Yo la escuchaba rogando que la profesora
llegara y nos cambiara de sitio para hacer grupos.
Nunca sucedió. La maestra
llegó y pidió trabajar en parejas. Ella se puso a mi lado y no dejó de hablarme
de su novio.
Al llegar a casa me encontré
de nuevo con mi tía, se había quedado a preparar unos postres y yo debía de
estudiar para mi clase nocturna de Filosofía antigua, que llevo de ocho a diez
de la noche, entonces fui a la habitación a practicar.
Ella me siguió junto a mi
madre, entonces empezó a hacerme una gama de preguntas: ¿Cuándo te piensas
casar?, ¿Cuándo vas a tener hijos?, ¿Cuánto vas a terminar la universidad? Y,
¿Cuánto estas ganando en ese trabajo como editor?
Evité sus preguntas con un
respiro fuerte y profundo y diciendo con suma educación que iba a estudiar.
Se fueron entre murmullos
nada sanos por parte del familiar.
Tras estudiar y alistarme
para mi clase final del día recibí la llamada de una amiga, quien me dijo que
había adquirido un buen libro de un tipo, que según cree, escribe
fascinantemente bien.
German Chupaverga, se llama.
Ella dice que escribe increíble y que el libro pinta para nobel.
Si quieres ser escritor,
deberías imitarlo, añadió.
Tan solo atiné a decir:
Bueno, todos tenemos gustos diferentes.
A alrededor de las once
llegué a mi casa cansado y fui directo a la cama añorando y sintiendo fortuna
que al fin el día había terminado.
—Querido amor,
quiero que sepas que te amo—
dijo mi amor platónico, Jennifer Lawrence.
—No, no
quiero besarte en mis sueños, desaparece y pongan el sueño donde juego pelota y
meto muchos goles.
Abrí los ojos, mi mascota
dormía plácidamente sobre la cama, de nuevo la molestosa tía entró sin avisar
preguntando si iba a desayunar, accedí con una sonrisa.
Todavía no había agua tibia,
salí por la ventana para ver si estaban trabajando, pero me encontré con la muy
desagradable sorpresa que estaban jugando al póker.
— ¡Sarta de
gatuchines! ¿Van a trabajar o no? Luego están haciendo berrinche y arman
sindicatos. Señor, señor, sus obreros están hueviando en lugar de trabajar— les dije y después le dije al
encargado, quien de inmediato se acercó para ponerlos a laburar.
Tuve agua tibia casi
enseguida.
Durante el desayuno, mi tía
fue haciéndome las preguntas absurdas de siempre.
— ¿Cuándo te
casas?
—Ya me casé,
pero no te invité
— ¿Cuánto
tendrás hijos?
—Ya tengo muchos
hijos regados en el mundo
— ¿Cuánto
ganas en tu trabajo?
—Soy millonario.
Que feliz salí de casa con
dirección a la clase de inglés pero nuevamente me encontré con Estuardo, quien
otra vez me asaltó con sus falsos argumentos, entonces, mientras hablaba de
futuros viajes a la China, le dije: Estuardo, no te creo nada, tienes la nariz
de Pinocho y ayer te vieron comprando en Oxxo y no en Abu Dhabi, floro y falso.
Ya deja de mentir que vas a envejecer solo, costal de guano.
Se quedó mudo y puso cara de
idiota como si nadie le hubiera hablado así, pero lo sentí necesario, pues el
mundo y yo estábamos hartos de sus mentiras.
En la clase de inglés, poco
antes que mi ex hablara sobre su supuesto novio, le dije al instante en que la
vi asomarse: Si me vas a hablar del fantasma de tu novio mejor búscate otra
pareja de clase, pues, todos sabemos que el perfil es falso, que no tienes
novio y estas obsesionada conmigo y por eso me sigues a todos lados. ¡Ya basta!
Consíguete una vida y haz tus cosas, pero no inventes cosas, te pareces al
imbécil de mi vecino.
Tenía que decirlo, ahora si
me disculpas, quiero trabajar solo.
Ella no tuvo reacción y
tampoco me interesó lo que hizo o pensó después, tan solo me fui para otro
sector.
Por la noche poco antes de
asistir a filosofía, me escribió mi amiga de los gustos desagradables, quien nuevamente
mencionó a este inepto youtuber, diciendo que iría a su susodicha firma de
libros, entonces, fiel a mi estilo del día, respondí: Esa clase de libros solo
pueden ser usados para limpiarme el cu…..
Fin
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