- Me gusta esa mujer. Su movimiento de cabello, el olor que brota de ellos, la manera irónica como sonríe, el hecho de leer versos de Bécquer sin esconderse. Esa fascinación por crear historias asombrosas y esa locura tan como la mía, de convertirse en los personajes. Y si me gusta como besa es porque me lleva a otro planeta y si adoro sus abrazos es la calidez en la que me encuentro. Esa mujer me atrapa con su aura, como si su naturaleza fuese tan encantadora que no necesito ir a ningún lado, tan solo quedarme a escucharla contar historias sacadas de universos imaginarios y hacerlas suyas a la misma vez. Riesgos hay muchos; pero por ahora, solo tengo uno, caer rendido ante ella.
Fin
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