Él

- Él se escapaba de las clases de Estadística, entraba a la sala de computo, buscaba la computadora del fondo, abría Word y escribía lo que se le ocurriera en ese momento, curiosamente, era el hecho de vivir y estar en un lugar al que no pertenecía. 
Él tuvo una ruptura que marcó su vida, tras el desenlace decidió contar diversas historias salidas del alma para calmar el corazón.
Él tuvo la convicción de terminar el libro, fue una noche, pensando en la musa y con el fiel teclado.
Él vendió siete ejemplares los primeros cuatro meses. Jamás creyó que todo se iría al diablo. Al siguiente año, feria del libro, venta total de libros e inicio de un nuevo amorío.
Él sacó una historia del fondo de su ser, de un lado que jamás quiso compartir.
Él tonificó su escritura. Cursos, talleres, cursos, talleres, durante dos años.
Él empezó la novela y se detuvo a medio camino. Otra ruptura, no tan dolorosa; pero sí necesaria.
Él terminó el nuevo libro. Empezó una relación y se enamoró otra vez.
Él se comió decenas de madrugas releyendo la historia. Sin que nadie lo supiera, dio todo de sí en el nuevo proyecto.
Él fue aceptado en una editorial.
Él hizo lo que siempre quiso, lograr escribir una novela.
Él no quiso quedarse en libros, escribió guiones.
Él escribe todo, absolutamente todo, lo que aparezca en su cabeza y salga en su corazón.
Él es feliz haciendo lo que ama, él se ha encontrado así mismo.

No hay fin. Él sigue.