¿Cuántas
veces llora quien más ríe?
A veces una estruendosa risa es la más
evidente expresión de tristeza.
Llora más quien
ríe porque el mundo no le permite liberar melancolía.
O quizá, sea una
vergüenza interna por expresar motivos penosos, a veces somos místicos de
nuestra propia tragedia y ocultamos el dolor para dejar ver placer porque no
queremos que el resto sepa que estamos dolidos.
Es posible que
no queramos que nos entreguen abrazos de consuelo o sientan ese rollo horroroso
llamado lastima, pues por orgullo y por siempre ser acreedores de alegrías
preferimos soltar falsas risas en lugar de contar una miseria.
Por eso muchas
veces quien más sonríe y es quien menos siente la risa.
Quien más grita
es a quien más le hace falta libertad.
Allí se oculta
la melancolía que no logramos atrapar, que no podemos mirar y que abunda en
seres que tenemos cerca y pensamos conocer.
En ocasión
ocurren preguntas, ¿Qué sucedió, si yo lo conocía? ¿Qué pasó, si andaba bien?
Es que a veces la sonrisa es un disfraz perfecto.
Pienso que
solucionar los casos de melancolía y por ende depresión es usando la
comunicación y el poco a poco ir sabiendo que ocurre, pues pienso que dentro de
todo muchos esperan o desean, tal vez de a ratitos, zafar de esa tristeza
contándole a quien pueda oír y no emitir ningún juicio.
Una verdadera
sonrisa se saca escuchando, pues así quien guarda dolor lo traslada y deja
libre para poder esbozar una sonrisa real.
Tal vez sea la
solución a tanta agonía.
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