I
El amanecer se detiene en tu mirada
Cuando abro los ojos y contemplo la luz
El beso es el rayo del sol
Que se esconde de la cortina
Para sentirlo en la mejilla.
La gracia de tu carisma se prende al alba
Como si la dicha vespertina fuera estar en la misma
cama.
II
Mamá, amarte es el deseo del corazón por tenerte
frente a mí,
La altura de mis brazos por querer rozar también tus
mejillas,
El deseo imperioso y jubiloso por atraparte en un
abrazo,
El ronroneo de tu boca por sobre mi barriga,
Mi risa por causa de tu gracia,
Los besos mancomunados que nos repartimos todavía al
alba,
El sol que brilla en tus ojos,
La caricia dulce de tu mano en mis mejillas,
El aura pura de tu ser,
Las ansias por hablarte de mi amor,
Y las ganas por querer estar siempre entre de tus
brazos,
III
Es mi amor que flota para ti,
Es mi amor que sopla en dirección a ti,
Es mi amor en auge que lleva el título de tu nombre,
Es mi amor en melodía al ritmo de una risa,
Y es mi sonrisa clarecida la magia de un amor sin comparación.
IV
Te amo mamá, por tus velas y tus besos,
Por tus cuidados y tus versos,
Por la confusión de nuestras risas,
Y por la emancipación de un amor completo.
Madre mía, un día sabré elegir los poemas justos
para soplarlos al viento diciendo tu nombre.
Un día sabré manifestar lo que mis labios todavía no
liberan.
Un día sabré decirte en versos cuanto te amo.
V
Pero por hoy, a seis meses y semanas,
Te pienso y te extraño,
Amanecer a tu lado es el festival que adoro,
Encontrarme en tus abrazos el concierto más pausado y
dulce de la historia,
Recibir tu amor en palabras y caricias es el sentido
de la existencia que me ha tocado.
Gracias por tanto amor, paciencia y protección,
En este mundo y en este ahora no puede existir mejor
poema
Que una madre enamorada de su hijo,
Y no puede existir un hijo tan afortunado como yo
Enamorado de su madre.
Feliz día.
Autor: Santino Barreto.
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