- Las personas cambian y se vuelven desconocidos. Pierden la esencia por las que fueron llamados amigos.
Yo no cambio, no me vuelvo religioso de la noche a la mañana, tampoco deja de gustarme el ron repentinamente y no me aparto de aficiones de un modo radical, jamás pierdo la esencia a pesar que madure (naturalmente, creces, tienes experiencias y aprendes) pero hay gente que simplemente se convierten en desconocidos.
Un día dejas de conocer a quienes crees conocer, que horrible verdad.
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