- Nos convertimos en otros para nosotros mismos. Creemos que estamos distanciados de quienes fuimos.
Recuerdas la edad y resulta inverosímil tener la que tienes si aún... -se detiene todo en ese instante- y te das cuenta de la realidad.
No es mi edad, es el kilometraje.
Se llama tiempo y hace que personas, amores y amigos vayan quedando detrás, de uno depende valorar los momentos y perdurar recuerdos.
Al final la esencia de cada uno se basa en cuanto recuerde.
-Espero que compre el libro en Zeta Bookstore.
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