- La gente cambia, desaparecen y se vuelven ingratos, dejan las aficiones y ahora las reprochan (resulta hasta gracioso). Se van y no regresan. Inventan excusas y si alguna vez creíste llamarlos amigos, hoy ni siquiera sabes si los conoces.
Uno respeta las distintas evoluciones; pero crítica el hecho de no mantener la esencia.
En lo que a mí concierne, puedo no ser el mismo; tal vez, haya adoptado características, madurado y crecido en variedad de ámbitos; pero jamás voy a cambiar lo que me hace ser yo. ¡La esencia!.
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