- Me gusta dormir contigo, lejos de todo lo que hagamos sobre la cama expresando lo que sentimos con caricias y besos, adoro abrir los ojos y verte a mi lado de madrugada o al amanecer porque me entrega la seguridad de que eres real.
No he soñado, no estoy alucinando, tampoco escribiendo y creando a tu persona. Yo me levanto, te miro, contemplo tu nariz curiosa, tus ojos cerrados, los labios como pato y los cabellos regados y digo, es hermosa y acoto, y real.
Y entonces todo llega a tener sentido.
Llegaste y todo se adorna de destellos bonitos.
Claro que esto no lo digo mientras duermes a mi lado, no lo hago porque prefiero creer que estoy en un sueño y asombrarme cuando despierto y te veo hecha realidad. Como te vi en el sueño.
Se me hace romántico.
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