- ¡Asaltaron el cielo! Y si, fueron mis hombres.
El secuestro de Helena no se compara a lo que hice.
Escapé del infierno y no soy Orfeo.
Ahora me buscan de ambos bandos por recuperarla.
Veamos si Dios y Satanás pueden contra mí.
Y aquí en Tierra, la iglesia me acusa de hereje y el Pentágono de terrorista. Y yo fumando un pucho contemplo verla dormir.
Solo por eso mataría dioses.
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