- La luz de luna se halla en el iris de tu mirada,
Y los hilos de las capas doradas de dioses cuelgan de
tus cabellos.
Es multicolor tu aura, y mágica como un cuento tu
existencia prístina.
Asomas de repente por una vida mostrando el sendero
con brillo
Y emerges un renovado amor dentro de un corazón
aventurero
Que le puso fin a mil y un historias…
Para escribir la obra maestra junto a ti.
Todavía es imposible descifrar el soneto de tu risa,
Aunque poetas intentan escribir sobre tu sonrisa.
Y es estéril recordar cómo era la vida sin ti
Porque de repente los días se pintaron del color de
un alba
Dentro de una eterna primavera
Y las noches se convirtieron en jornadas de inspiración
perpetua.
Quiero decirte, hijo, que nunca voy a dejar de
sujetar tu mano,
Y a pesar que el mundo sea un vidrio roto,
Te voy a mostrar los lados opuestos
¡Para que puedas anidar con alegría en esta vida!
Tus pasos de porcelana por la planicie de mi casa
Dejan huellas imborrables como playa en el cielo
Y la melodía de tu carcajada inocente
Es el fruto de cuanto amor he plasmado en ti.
Un día como hoy, hace un año atrás, viste la luz del
atardecer
Y me enseñaste a amar sin distinción ni restricción.
¡Eres el humano más perfecto que existe!
Un escalón encima de cualquier ser llamado Dios.
Con el corazón sano como caudal de lago en un olimpo
inventado
Con el alma pura como nube pintada por un infante
Con la mirada impuesta en el horizonte de la verdad.
Con el andar parsimonioso de quien tiene un destino
escrito.
Con la fortuna de nacer en la cosecha ideal.
Con el ADN de tu padre impregnado.
Y con una carita feliz que me entrega años luz de
vida.
Te amo, mi Santino, feliz primer año de vida.
Y que alguna vez, todos tus más locos y extravagantes sueños se hagan una realidad;
aunque, mientras tanto, goza, ama y
ríe que tu padre siempre estará aquí para elevarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario