- No he logrado que la princesa tuviera atracción por Dragon Ball, de hecho, cuando era más pequeña veía la nueva saga a su lado para que tuviera cierto interés que dejó en un santiamén por andar pegada a la Tablet, que ahora, en definitiva, resulta ser parte de un repertorio de cosas antiguas desde que adquirió -bueno, le compré- uno de esos ordenadores para que pudiera descargar libros en digital y pueda ver documentales en alta gama sin detenerse. Entonces empezó a dejar de lado la tele y Netflix para enfocarse netamente en ello y yo, a pesar que siempre intento que le guste Goku, termino por mirar solo una y otra vez las hazañas de mi personaje favorito en sus mil y un combates que, a pesar de mi edad, todavía encienden como la primera vez. Pues, las peleas cada vez resultan más entrañables como poderosas y verlas de nuevo es tan emocionante como al principio. Claro que cada vez lo hago menos por andar pegado en otras actividades; aunque, y, sin embargo, a pesar de tener la habitación con afiches de los mismos, nunca se le ocurrió a Circe sentirse atraída por mirar un capítulo entero. Tampoco me vi obligado a meterle ideas para que viera, simplemente le propuse mirar y si se aburre, puede hacer lo que te guste, y eso fue exactamente lo que pasó.
Además, no le gusta ninguna clase de anime. Tampoco
los videojuegos, ella para metida leyendo o viendo documentales, lo cual me
parece estupendo; antes iba a clases de natación y un taller de arqueología pero
tuvimos que dejarlo por la pandemia y la paranoia.
En referencia a Goku y sus batallas, en mis últimos
intentos por hacerle llegar el gustito tuve que disfrazarme del personaje
principal para recrear una lucha con un amigo friki quien orgulloso nos hizo
los cosplay y le dije a Circe que viera una guerra de verdad. Claro que le pareció
altamente patético que dos treintañeros desarrollen actividades de niños disfrazados
para Halloween, fue entonces que entendí, que nada ni nadie, haría que le gusta
Dragon Ball. Es un caso perdido, le acabo de contar a mi amigo el friki, quien
a pesar de sus intensos intentos por invitarnos a ferias y demás, no pudimos
asistir porque a Circe, sencillamente, no le interesaba ser parte de ninguna convención.
Entonces asistimos a museos o librerías, lo cual también me resulta atractivo.
Siendo algo melodramático, (cosa que no soy pero me
parece divertido) voy a confesar que no he logrado meterle el bicho de Dragon
Ball a mi propia hija a pesar que yo me he visto todas las sagas, tengo
tatuajes sobre Goku y demás rollos.
Son cosas de la vida y adoro que ella tenga sus
propias nociones y aficiones.
Fin
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