- Extrañar es inevitable. No sería humano si no extrañara.
Es propio de la naturaleza, es la esencia de lo que alguien lleva en el alma.
A pesar del coraje y los decibeles de ira, extrañar sale a relucir como si no le importaran las tempestades; es un sentir implacable que arde dentro del corazón.
Siempre extrañas, a pesar de las riñas y diferencias, pensamientos y caminos distintos, idas y venidas maltrechas.
Siempre extrañas y en una completa y distinguida ironía que con lleva a la hidalguía por expresarlo, porque de no haber vivido tantos momentos maravillosos, no habría razón para extrañar.
He allí el amor en toda su dimensión y al corajudo capaz de decirlo sin tabús ni miedos.
Benditos quienes extrañan y lo demuestran enseguida y desolados los que extrañan en la penumbra de la soledad.
De igual modo, es amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario