- Ella no está en un lugar tangible, desapareció de la faz de la tierra y se encuentra en una celestial lejanía, inalcanzable, seguramente igual de hermosa, quizá, sin memoria; pero allí esta, junto a dioses de barba y deambulando entre nubes.
Y puedo verla, sentirla, hablarle y abrazarla, no me preguntas como, solo escribo y mientras lo hago la vuelvo a gozar de su presencia.
Fin
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