Mírala, sonríe porque te ve. Sí, eres tú la razón de esa sonrisa, ella está contenta porque se acerca a ti. ¡Abrázala! No dudes un instante en abrazarla. Ella quiere que la abraces, hazlo. Esta hermosa y a pesar de aquello, susúrrale al oído un piropo, inspírate en su cabello, en su sonrisa, en la espectacular manera de vestir, en cualquiera de sus atributos.
Sujetos de la mano caminan sin rumbo, no interesa el destino, importa que ambos miren el horizonte. Importa que estén unidos.
El amor se convierte en una atmósfera, la misma que los cubre.
El amor existe en ustedes dos, habita en sus corazones, los mismos que palpitan al mismo tiempo y en donde se encuentran escritos sus nombres. Ese es amor.
El amor se convierte en una atmósfera, la misma que los cubre.
El amor existe en ustedes dos, habita en sus corazones, los mismos que palpitan al mismo tiempo y en donde se encuentran escritos sus nombres. Ese es amor.
Y cuando la luna aparezca y los cuerpos desnudos se fusionen debajo del edredón o en donde la fantasía lo quiera, el amor se encontrará en su apogeo, glorioso e implacable, convertido en atmósfera y aliado de la pasión, la misma que se crea cuando ambos empiezan a hacerse uno. Y la luna los envidia y la noche se hace eterna.
Ese es amor, el que se expresa, el que es intenso, al que no le importa el destino, sino el hecho de andar juntos.
Ese es amor, el que ustedes llevan adentro.
Ese es amor, el que ustedes llevan adentro.
Fin
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