- Hace años cuando bebía más que ahora y tenía mi chica, recuerdo que peleábamos o estábamos bien; cual sea la razón, pero siempre guardaba un sol para la llamada en la madrugada. Era bonito llamarla borracho y decirle: Oye te amo demasiado, eres lo mejor de mi vida, bla bla bla… y la flaca con voz de sueño respondiendo: Yo también te amo, deja de beber tanto y no hagas sonseras.
Era algo gracioso, a la vez, lindo y por supuesto, natural.
Al día siguiente por la tarde me lo recordaba y me ruborizaba.
Hace unos trece años atrás... ¡Qué buenos tiempos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario